Tiago PZK, Nicki Nicole, Bizarrap y Duki. Todos estos artistas, además de ser argentinos, comparten la lista de los diez artistas más escuchados en la plataforma de Spotify, en el país. Pero además, se tratan de algunos de los músicos que brillan en el trap, el género musical de moda que puede pasar del reguetón a la improvisación del rap. Otra singularidad de esta camada es que son los artífices de un fenómeno. Junto a otros cientos de jóvenes, en la última década le dieron nacimiento a un estilo marcado por la época entonado en las plazas de barrio con rondas de freestyle y cannabis.
La masividad del freestyle en Argentina también se puede ver en eventos que agotan sus entradas en horas. Las versiones locales de FMS, BDM, las Red Bul Batallas o el Quinto Escalón -show público en plazas- son algunas de las riñas de la palabra más reconocidas. Pero el espectáculo sigue vigente en sus orígenes: en las plazas, esquinas y pasillos de trenes, miles de chicos y chicas resignifican el uso de la palabra y el espacio público.
El freestyle es una de las actividades que engloba la cultura hip hop como el graffiti, el breaking (popularmente conocido como breakdance) y las canciones de rap, entre muchas otras.
Al igual que múltiples movimientos artístico-culturales, está profundamente atravesado por los efectos de la planta de cannabis.
“A la hora de tirar un free es lo máximo. Siento que puedo fluir sin límites y animarme a jugar con las palabras como se me ocurra”. La persona que habla es Brasita, rapera de 26 años con una década transitada en el mundo del estilo libre y quien, junto a otros artistas, comparten la historia nacional del freestyle y el cannabis.
Freestyle y cannabis: todo se comparte
“Compartir una seca es compartir una ronda de freestyle. Suelen estar las dos cosas acompañadas. Es un punto de encuentro” reflexiona Beelze, antes de competir en la segunda fecha de Dem Battles en el Parque Centenario.
Por otra parte, Zetah, uno de los organizadores del Dem Battles, cuenta que conoció la marihuana cuando iba a as competencias y hacía graffiti con sus amigos.
“Siento que inconscientemente siempre fueron de la mano: porro, freestyle, pintura, música, amistad”. Sin embargo, ahora fumar también lo ayuda a estar distendido en los vaivenes de la gestión.
Brasita es competidora de Red Bull Batalla 2020 y campeona invicta de la Federación de Freestyle Femenino 2019. Para ella, las experiencias más nutritivas de las ronda de freestyle, competencia o evento son las juntadas inesperadas cuando se prende marihuana.
“De repente te fumas uno con un MC que cayó de Chile, otro de Salta y otro de Caballito y se produce un feedback que nunca estuvo planeado. Me hace conectar con la realidad del resto, independientemente del tiempo que se lleve rancheando o de quienes son las personas que se juntan”.
Además, dentro de la comunidad del hip hop están los DJs, beatmakers y productores. Entre ellos Pacha One, quien siempre está dispuesto a girar flores.
“El cannabis genera ideas, conecta con amigos. A mí me genera una positividad muy buena. Me saca la vergüenza y libera, siendo más un alma pura. La mayoría del rubro cultiva”, cuenta Pacha One.
¿Se usa cannabis en las batallas de freestyle?
Si bien en general los efectos de la marihuana suelen estar ligados a una mayor creatividad y desinhibición, no todos los artistas hacen uso de la planta a la hora de una competencia.
Katra, quien ascendió este año a FMS (Freestyle Master Series) Argentina, elige fumar dependiendo del evento o la competencia en la que participe. “Según qué es lo que quiero practicar o cómo quiera disfrutar mi freestyle en ese momento, varía mucho. Creo hay que encontrar cuándo sirve y cuándo no. Es complicado porque es una delgada línea, no siempre es productivo”, dice Katra.
Luego, el MC marplatense cuenta un ejemplo propio. “Antes de una competencia no fumo. Pero sí lo hago si quiero ponerme a escribir una canción o sencillamente a fluir en el estudio, me fumo uno. Lo disfruto y relajo mucho más. Compitiendo no me sirve, a muchos sí”, asegura Katra.
Para Brasita está normalizado que hay algunos que fuman y otros que no. “Así como a algunos les da buenos resultados y a otrxs (me incluyo) a quienes nos hace re colgar y preferimos dejarlo para después”, dice.
¿El hip hop y el cannabis son industrias hermanas?
La relación del freestyle y el cannabis no solamente sucede en Argentina. En Estados Unidos, donde nació la improvisación en forma de rap, los máximos exponentes de la música también son parte de la industria de la planta.
Uno de los más grandes ejemplos es el rapero Snoop Dogg. Él es un actor cultural que no solo promueve al cannabis e invierte en growshops.
“El Hip Hop nace como un acto de rebeldía. La planta en su momento estaba muy prohibida y a medida que el hip hop crece como negocio, las industrias que avala también. Fueron creciendo en paralelo, van de la mano”, analiza Katra.
Asimismo, Zetah brinda su experiencia como organizador, poniendo en valor la predisposición de los growshops.
“Cuando pusimos en marcha competencias en Garín (Escobar, Provincia de Buenos Aires), los growshops fueron los primeros que se acercaron para auspiciar. Esos aportes hacen que lo que hagamos en la plaza tenga más producción. Es gente a la que le gusta el ambiente, las competencias y la weed. Como nosotros estamos en la misma, terminamos juntándonos en las plazas, cruzándonos, compartiendo uno y escuchando batallas”, dice Zetah.
Por último Brasita cuenta que este año tuvo su primer cosecha gracias a un growshop. “Me seguían por mi arte y fueron claves al momento de aconsejarme”.