Por primera vez, el Canal Encuentro emitirá una producción documental sobre el cannabis medicinal. Se trata de un nuevo capítulo de la serie Historias Debidas, conducido desde el año 2000 por Ana Cacopardo.
En el tercer capítulo de esta décima temporada, que hace quince años se transmite por la señal insignia de educación en el país, se narra la lucha colectiva por el acceso al cannabis.
El eje troncal es la historia de María Eugenia Sar. Ella comenzó a cultivar cannabis para elaborarle el aceite que Joaquin, su nieto, necesitaba para tratar el síndrome de Tourette. Luego, la familia consiguió uno de los primeros amparos judiciales del país para permitirles el autocultivo de cannabis con fines medicinales.
“La historia de María Eugenia me gustó mirarla en clave feminista. Vuelve a ser una mujer que sale al espacio público para politizar el cuidado de su nieto Joaquín”, le dice a THC la conductora de Historias Debidas, Ana Cacopardo.
Sar es una reconocida activista de San Antonio Oeste, quien logró junto a usuarios y cultivadores el primer registro de cultivadores de cannabis del país. Incluso, antes de la reglamentación de la Ley de Cannabis Medicinal que habilitó la creación del Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN).
El capítulo se estreno en la pantalla pública de Canal Encuentro el último martes. Pero hoy se volverá a transmitir desde las 20.30 horas y también está disponible en Youtube.
Una historia documental sobre el cannabis medicinal
“Esta es una etapa de la serie con un recorrido territorial, donde se sale del estudio y se nos abre la puerta a un mundo colectivo. Me interesa reivindicar las historias de resistencia local. Son agendas urgentes y elegimos la historia de María Eugenia porque tenía mucho para decirnos”, cuenta la realizadora audiovisual Cacopardo, en diálogo exclusivo con THC.
En este sentido, Cacopardo explica que María Eugenia primero expone el derecho al acceso a la salud. “Su experiencia, como la de miles de personas, es la búsqueda y el derecho a fortalecer una medicina de la naturaleza, que es lo que propone el cannabis”, dice.
“Yo usé aceite de cannabis con mi madre y lo uso con mi hija. Hice un camino junto a las organizaciones, por lo que hay un montón de preguntas que accedo a hacérmelas a modo personal”, cuenta Cacopardo.
“La historia de María Eugenia me gustó mirarla en clave feminista. Vuelve a ser una mujer que sale al espacio público para politizar el cuidado de su nieto Joaquín”, agrega la periodista. Además, agrega que “son tres generaciones de mujeres: está la madre, la abuela y la bisabuela. Es un linaje extendido de mujeres”, dice.
Por otro lado, la propia experiencia de San Antonio Oeste como un actor político es un eje central en el nuevo capítulo de Historias Debidas.
“El colectivo que se conformó en San Antonio Oeste en torno a la lucha de María Eugenia y el pedido del derecho a la salud de Joaquín, fue una batalla judicial. Se convirtió en una organización política local que logró una ordenanza, mucho antes de la reglamentación nacional, que creaba un registro de cultivadores y los protegía de los procesos de criminalización”, detalla Cacopardo.
Un documental que interpela al Estado
Tanto para la periodista, como para el director de la serie, Andrés Irigoyen, es crucial que Historias Debidas anime el debate sobre el acceso a nuevos derechos, como el uso del cannabis. Incluso, la planta de cannabis atraviesa personalmente a Cacopardo.
“Yo usé aceite de cannabis con mi madre y lo uso con mi hija. Hice un camino junto a las organizaciones, por lo que hay un montón de preguntas que accedo a hacérmelas a modo personal”, cuenta Cacopardo.
En este sentido, la periodista dice que “en la medida que no se ponga en discusión la ley de drogas, en la que se incluye al cannabis como una sustancia peligrosa, existe una doble vara que ampara prácticas policiales abusivas y que criminaliza a los cultivadores. Porque, por otro lado, tenemos una ley que reconoce las propiedades terapéuticas de la planta”.
“Cuando la cámara ingresa, ya hay una relación y un vínculo construído. No es un dispositivo que invade situaciones, sino que acompaña y es testigo”, detalla Cacopardo sobre el trabajo que realiza junto a Andrés Irigoyen.
“Se ha establecido el miedo a que la planta de cannabis es la puerta de entrada a las drogas duras. Es una frase del sentido común que todavía hay que interpelar. Me parece que desde un canal del Estado se pueda conocer el testimonio de María Eugenia, interpela ese sentido común completamente equivocado. Tiene un profundo sentido de derechos humanos, la salud y, fundamentalmente, volver a decir que no puede haber procesos de criminalización a las personas que cultivan cannabis. No es un tema del pasado: continúa”, asegura Cacopardo.
Por este motivo, el nuevo capítulo documental sobre el cannabis medicinal en Canal Encuentro cuenta también con el testimonio de otros protagonistas del activismo local. Algunas de ellas son la médica psiquiatra Celeste Romero; la activista Adriana Funaro y su abogada Victoria Baca Paunero, defensora oficial bonaerense y referente jurídica del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCA).
El dispositivo audiovisual
Cacopardo le cuenta a THC que esta décima temporada de Historias Debidas rompe con la tradición de la serie, que se caracterizaba por realizar entrevistas profundas en un estudio. La producción audiovisual volvió a las pantallas de Canal Encuentro en 2021, luego de tres años de interrupción.
“Esta es una etapa de la serie más territorial. Se sale del piso y propone un recorrido del territorio, con un planteo más documental. No se busca solo un personaje relevante, sino que nos abre la puerta a un colectivo”, detalla Cacopardo.
“Se ha establecido el miedo a que la planta de cannabis es la puerta de entrada a las drogas duras. Es una frase del sentido común que todavía hay que interpelar. Me parece que desde un canal del Estado se pueda conocer el testimonio de María Eugenia, interpela ese sentido común completamente equivocado”, asegura Cacopardo.
En una era de la televisión plagada por el griterío y la austeridad del panelismo, frente a la producción audiovisual, Historias Debidas se convierte en un refugio para el diálogo. Cacopardo comparte con THC que se trata de un trabajo minucioso, que realiza con su colega Irigoyen, para que el ingreso de la cámara no espante con sus luces.
“Cuando la cámara ingresa, ya hay una relación y un vínculo construído. No es un dispositivo que invade situaciones, sino que acompaña y es testigo”, detalla Cacopardo.
En cuanto al capítulo documental sobre el cannabis medicinal, Cacopardo dice que “Joaquín jugó con la cámara. Iba viendo lo que íbamos grabando y es parte de la relación que se establece con Andrés, como responsable de realización, y los actores de nuestro programa”, cierra la periodista.