El vino es una de las bebidas más sofisticadas y complejas dentro del mercado. Cada botella es única y las diferentes variedades que tienen, entre genéticas de uvas, formas de almacenamiento y aromas de otras frutas hace que sea el líquido perfecto para un sinfín de maridajes. Pero ahora, la novedad es que ya existe una combinación en un mismo envase: vino con cannabis.
En los países que ya se reguló la industria, las bebidas con cannabis son un verdadero boom económico. Según el reciente estudio “Global Cannabis Beverages Industry” se estima que las bebidas con cannabis crecerán un 16,9% para 2026, alcanzando los 2 billones dólares en cuatro años. Siendo que en 2020 fue un mercado que movió casi 800 millones de dólares.
Este crecimiento se observa en todos los segmentos de la industria de bebidas, “desde bebidas alcohólicas hasta bebidas de bienestar y bebidas diarias, como té y café”. Sin embargo, muestra la tendencia ascendente de las no alcohólicas sobre las alcohólicas, que se elevará un 17,5% en el mercado aumentando sus ventas a 1,6 millones de dólares.
A su vez, el informe de 2014-2021 de New Frontier Data Group también mostró que el 81 % de los consumidores cree que el cannabis es más seguro que el alcohol.
Es que la expansión del acceso legal a los productos de cannabis, la proliferación de formas y formulaciones de cannabis de alta calidad y la disminución del estigma en torno al uso son factores que impulsan el aumento del uso. Sumado a que las bebidas no cuentan con efectos perjudiciales para la salud, como si los hay si se fuma.
Vinos con cannabis
El vino cannábico es más un resurgimiento de la bebida. Sus clientes potenciales abastecen a mayores de 21 años en Estados Unidos o Europa. Además, según los estudios de mercado citados, se tratan de personas con conocimientos de los efectos que tienen los comestibles derivados de la planta.
Resulta que el vino con cannabis no puede contener alcohol. Por lo que es fácil imaginar que cada vez más empresas vean este producto como un potencial para sacar al mercado.
Para las diferentes técnicas de realización de un vino con cannabis, se debe hacer un proceso de descarboxilación de las flores, como se hace para todos los comestibles.
Al igual que otras bebidas infusionadas, ofrecen una dosis baja de THC y/o CBD. A partir de los 20 minutos empiezan a surtir los efectos y duran alrededor de una hora. No obstante, el gran atractivo está en que el usuario puede controlar las dosis que quiere.
A fin de cuentas, la gran diferencia con la cerveza cannábica está en que el vino con cannabis no comparte ningún compuesto de sabor identificable con la planta. Por lo que solo tienen características de “aroma y subidón”, según dicen las compañías que ya los comercializan.
¿Cómo se hace un vino cannábico?
Al día de hoy se conocen al menos tres maneras de poder hacer esta bebida que se conocen como “infusionadas”. La menos recomendada es la emulsión de soluciones solubles en agua a base de aceite de cannabis.
El inconveniente que se presenta acá es que las infusiones extraen todo tipo de terpenos. Por lo que los vinos tienen sabores y aromas desagradables.
Por otro lado, existe un método casero. Incluso el mismo vino, al que se le deben incorporar las flores durante su proceso. Esta técnica puede durar alrededor de 20 días, de acuerdo a la fermentación de la bebida y el cuidado.
Ahora bien, no es nada sencillo porque se necesita de todos los componentes para “hacer vino”. Tampoco le otorgará específicamente mucho sabor ni aroma a la bebida. Por el contrario, será más parecido a un jugo.
Según el reciente estudio “Global Cannabis Beverages Industry” se estima que las bebidas con cannabis crecerán un 16,9% para 2026, alcanzando los 2 billones dólares en cuatro años. Siendo que en 2020 fue un mercado que movió casi 800 millones de dólares.
Es importante aclarar que para estas técnicas se debe hacer un proceso de descarboxilación de las flores, como se hace para todos los comestibles. El proceso consiste en el horno a temperatura moderada sobre un papel metálico y durante 30 a 40 minutos para que se activen los compuestos que contiene y para que el cuerpo luego los absorba.
La técnica que hoy está siendo aplicada en Estados Unidos es la de “desalcoholizar un vino” e incorporar cannabis a través de tecnología de nanoemulsiones.
Esto es un proceso muy costoso que genera descomposición de las partículas de cannabis en componentes tan pequeños que se mezclan fácilmente con líquidos y pueden hacerse relativamente inodoras, incoloras e insípidas.
Marcas de vino con infusión de cannabis
Rebel Coast
Comenzaron a producir vino tradicional en 2012 y, cinco años después, presentaron su primera bebida con infusión de cannabis estilo Sauvignon Blanc. Hoy tienen más variedades a la venta. Sus bebibles tienen 10 mg de THC y fueron los primeros en aplicar la tecnología de nanoemulsiones.
House of Saka
Se venden bajo el slogan “Bebidas de lujo infusionadas” en su sitio web. Tienen tres variedades: mimosa y blanco (Chardonnay con y sin gas), y Rosa (pinot noir). Cada una tiene diferentes proporciones de THC y CBD, y se venden al por menor entre 40 y 70 dólares cada uno en dispensarios en California.
Herbacée
Es la “combinación perfecta de fitocannabinoides, terpenos, taninos y terroir”, inspirado por la botánica y los estilos franceses. Es un vino no alcoholizado gaseoso de 5 mg de CBD y 5mg de THC. Tiene dos variedades de espumosos: rosa y blanchette, que está próximo a salir a la venta.