Diminutos, brillantes y pegajosos, los tricomas son las glándulas estrella de las flores de marihuana. No sólo aportan un aspecto misterioso y exótico sino también son una auténtica fábrica de compuestos activos que son centrales para explicar por qué el cannabis tiene los efectos que conocemos. Sin embargo, hasta ahora la ciencia no sabía cómo se producen los tricomas en la planta de cannabis.
Investigadores del College of Agriculture, Health and Natural Resources de Connecticut, Estados Unidos, descubrieron el mecanismo genético por el cual la planta “ordena” producir tricomas glandulares para proteger las flores durante el período de floración.
Se trata de un descubrimiento que no sólo acrecienta el conocimiento que se tiene sobre una planta extremadamente compleja sino también abre el camino a nuevos desarrollos científicos que permitan alterar la producción de estas glándulas, permitiendo decidir cómo se producen los tricomas, en qué cantidad o período del cultivo.
Los investigadores también afirmaron que se encuentran realizando diferentes experimentos con otras plantas, incluido el tabaco, para confirmar que este descubrimiento puede generar un cambio novedoso.
¿Para qué sirve el descubrimiento?
Identificar como se generan naturalmente los tricomas brinda la posibilidad de desarrollar un mecanismo tecnológico para producir tricomas y cannabinoides. Y al mismo tiempo, poder lograr inhibir este proceso si fuera necesario.
Con lo primero se podría dar un salto en la producción de compuestos activos de la planta. Con lo segundo, se podría garantizar variedades con bajos contenidos de cannabinoides y que centren su producción en fibra y flores sin tricomas.
Saber cómo el cannabis produce tricomas abre dos escenarios en paralelo. Por un lado, poder desarrollar plantas con gran producción de compuestos activos como el THC y el CBD entre otros. Además permitiría cultivar plantas centradas en la producción de fibra, algo clave para la industria cañamera
Es clave recordar que detrás de todo trabajo relacionado con el cannabis, sigue existiendo el problema de la prohibición a nivel global. En el caso concreto del cultivo de cáñamo, por ejemplo, hay umbrales límites de cannabinoides como el THC establecidos por ley, algo que las plantas claramente desconocen y muchas veces superan.
Eso obliga muchas veces a descartar cosechas enteras de cáñamo, con las consecuentes pérdidas económicas.
Por otro lado, en un futuro no tan lejano esta tecnología podría aplicarse en otro sentido, produciendo variedades de cannabis que generen aún mayor cantidad de tricomas sin apelar a largos procesos de selección natural.
Se trataría simplemente de elegir una variedad con un perfil de cannabinoides deseado y mediante estimulación artificial de un proceso natural, multiplicar la producción de tricomas y a su vez de sustancias medicinales.
Está por verse si la superplanta del futuro está o no a la vuelta de la esquina.
¿Cómo se producen los tricomas?
Técnicamente los investigadores identificaron un factor de transcripción, denominado MIXTA, que previamente fue identificado también en una planta llamada Artemisa annua, una planta medicinal ampliamente usada en la medicina china.
MIXTA es concretamente un mecanismo que “traduce” información contenida en el ADN y la convierte en ARN (ácido ribonucleico) que a su vez, expresa esa información en las células.
Estos factores de transcripción son los responsables de que las células que conforman un individuo cualquiera, como las plantas de cannabis de una cepa cultivadas en diferentes climas, muestren diferentes características en respuesta al ambiente u otras variables.
Los tricomas no sólo aportan un aspecto particular al cannabis sino también son una auténtica fábrica de compuestos activos que son centrales para explicar por qué la planta tiene los efectos que conocemos. Y ahora la ciencia descubrió cómo es que la planta los produce
En este caso, el factor denominado CsMIXTA por los investigadores genera una orden que induce a algunas de las células de la epidermis vegetal a convertirse en tricomas, especialmente en cálices y hojas cercanas a las flores.
Al mismo tiempo observaron que la acción de este factor de transcripción es correlativa con la biosíntesis de de cannabinoides: a mayor acción (expresión), mayor producción de sustancias en la planta que luego se convertirán en cannabinoides dentro de los tricomas.