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Fujineri

Cannabis para tratar el Síndrome de Sjögren: “Me dio las ganas de levantarme cada día”

En los últimos años, se ha demostrado que el cannabis es una ayuda para el tratamiento de varias condiciones de salud. Incluso, hasta las más complejas y extrañas. Una de ellas es el Síndrome de Sjögren, una enfermedad autoinmune en la que se destruyen las glándulas que producen las lágrimas y la saliva.

El Síndrome de Sjögren genera sequedad en la boca y en los ojos. Pero el trastorno también puede afectar a otras partes del cuerpo, como los riñones y los pulmones.

Hasta el momento, la ciencia desconoce las causas de la enfermedad. Pero el caso de Stella Zanzottera es un testimonio vivo que relata como la planta de cannabis es una alternativa para obtener una mejor calidad de vida.

¿Qué es el Síndrome de Sjögren y cuándo fuiste diagnosticada?

Me dieron el diagnóstico cuando tenía 27 años, y hoy tengo 56. Es algo muy extraño porque suele darse después de la menopausia. Es una enfermedad autoinmune y existen dos tipos: primaria y secundaria. En mi caso, tengo el Síndrome de Sjögren secundario, que se da con una enfermedad sistémica a la par. La mía es la artritis reumatoidea.

¿Cuáles fueron los primeros síntomas que sentiste?

Comencé con ojos secos. Primero pensé que era conjuntivitis, pero continuó. Después empecé con la boca seca. En ese momento era estudiante de Odontología y justo estaba estudiando esta enfermedad. Consulté si podía ser esto. Me realicé una biopsia de las glándulas salivales y dio positivo.

¿Qué significa esta enfermedad?

Significaba vivir con dolores diarios. Desde los 27 años tengo dolores y simplemente sucede que uno se va acostumbrando. He estado internada muchas veces. Tengo una rigidez matinal. Me levanto a la mañana y no me puedo mover. Ni siquiera hacer un movimiento con la mano para peinarme. Pasé por muchas etapas; muy malas, algunas mejores. Pero los dolores estuvieron siempre. Que las inmunoglobulinas no tengan solución hace que, por ejemplo, si me agarra una neumonía mi organismo no lo va a solucionar y me moriría.

“Antes del cannabis me costaba mucho dormir, tenía que cambiar de posición a cada rato para evitar los calambres”

¿Qué te decían los médicos?

A finales del 2021 un médico me dijo que ya no había nada qué hacer y me lo dijo de una manera muy mala. Yo estaba medio depre. No hay manera de solucionar las inmunoglobulinas bajas. Solamente me hablaron de hacer transfusiones cada 20 días, pero sinceramente no tengo ganas ni puedo internarme cada 20 días. Yo soy odontóloga y lo poco o mucho que me quede, lo quiero vivir.

¿Cómo convivís con la enfermedad?

Estuve muy mal. He pasado por miles de etapas hasta que llegué a fin del año pasado a una instancia muy mala con los anticuerpos, que son las inmunoglobulinas. Me hice muchísimos estudios, consulté a tres o cuatro hematólogos y
todos coinciden en que mis inmunoglobulinas están en un nivel casi nulo. Lo normal es 94 y yo tengo 4. Ya no tiene solución porque mi médula no las produce y tampoco me puedo someter a un trasplante de médula porque mis condiciones de salud no son buenas. Además, siempre tengo los glóbulos rojos y blancos bajos. Siempre me salen mal los análisis.

¿Cómo llega el cannabis a tu vida?

En diciembre del año pasado, cuando yo estaba tan angustiada por esta situación, una amiga que es odontóloga me habló de un curso que había hecho con Mariana Ríos sobre cannabis medicinal. Ella me contó que se había hablado del Síndrome de Sjögren y me sacó un turno para que la conociera. Fui y ese mismo día Mariana me hizo tomar un poquito de cannabis. Yo tenía dudas, no sabía qué hacer, pero ella no me dejó ni pensarlo porque me vio mal. A los cuatro días empezó a mejorar mi malestar y mi dolor en un 90%. Fue una cosa increíble.

¿Notaste los cambios solamente en los dolores?

No. Lo noté en un montón de aspectos. Por ejemplo, todo esto me trajo problemas de calvicie y estaba casi pelada. Pero desde diciembre hasta ahora me empezó a crecer el cabello. Ahora todavía uso peluca porque está desprolijo, pero el pelo crece. No abandoné mi tratamiento y continúo con mi reumatólogo de cabecera. La última vez que fui me revisó todas las articulaciones del cuerpo, como hace siempre, y no encontró ninguna inflamación en ninguna articulación, algo muy raro teniendo artritis reumatoidea. También hubo cambios en mis estudios clínicos. Yo tengo los glóbulos blancos bajos desde hace más de 15 años. ¿Podés creer que ahora están casi normales? El cannabis fue mágico para mí. Me cambió la vida. Me dan ganas de levantarme, me despierto con otro espíritu.

Las inmunoglobulinas no mejoraron y tampoco lo pretendo. Pero ahora, por lo menos, tengo calidad de vida. En el último tiempo vivía mal, pasaba mucho tiempo descompuesta y llegué a bajar 8 kilos de golpe por tener constantemente diarreas y vómitos. También tenía fiebre cada dos o tres días y desde diciembre no me volvió a pasar. Tuve un episodio de fiebre hace cuatro semanas, pero justo se me había terminado el cannabis así que se lo atribuyo a eso.

¿Cómo conseguís el cannabis?

A mí me me ayuda una cultivadora solidaria. No lo compro ni cultivo, porque confío en esa persona. La primera vez me dio un aceite y después me cambió la cepa. Antes del cannabis me costaba mucho dormir, tenía que cambiar de posición a cada rato porque si me quedaba quieta tenía calambres. Yo manejo mucho y más de una vez se me acalambró la pierna del embrague. Eso no me pasó más.

¿De qué manera lo tomás?

Consumo aceite y un gel, y Mariana me acompaña en el tratamiento. La primera recomendación fue que tomara un centímetro o dos de aceite, de acuerdo a cómo me sentía. Al principio tomaba a la mañana y a la tarde, pero me resultaba un poco engorroso. Ahora tomo dos centímetros a la mañana y ando muy bien. Para la noche tengo otro aceite que me ayuda a dormir. También uso en gel, que me sirve para dolores puntuales. Mejoraron, pero siempre alguno aparece. Antes del cannabis tomaba todos los días cualquier analgésico que se me cruzara. Desde diciembre hasta ahora debo haber tomado solo una o dos veces. Si me surge algún dolor, uso un gel cannábico. Lo aplico en la zona y a la media hora alivia.