En el cultivo en interior es una realidad que para reemplazar al sol es necesario usar luces de alta potencia, pero también es posible cultivar cannabis en interior sin gastar tanta luz.
Existen varias técnicas apuntadas a reducir el consumo eléctrico, desde utilizar luminarias más eficientes hasta combinar la constancia del interior con el poder del sol. Repasemos las técnicas más fáciles para cultivar cannabis en interior sin gastar tanta luz.
Cómo cultivar cannabis en interior sin gastar tanta luz
Cultivo mixto
Como su nombre lo indica el cultivo mixto consiste generalmente en usar luces para cultivar en interior durante el período vegetativo y trasladar las plantas a florecer en el exterior, bajo el sol.
Esta técnica no sólo es eficiente para reducir el consumo eléctrico, siendo que las plantas necesitan mayor intensidad lumínica para producir cogollos que logren una cosecha aceptable, sino también permite un mejor planeamiento de la estructura y forma de la planta, con técnicas como el Low Stress Training o el Main Lining.
Además se aceleran los tiempos, ya que podemos brindar a las plantas fotoperíodos de una extensión más extensa que la duración natural del día, donde difícilmente podamos superar las 14 horas de luz. Esto facilita el crecimiento y permite estructuras más compactas, haciendo un uso más eficiente del espacio.
Otro aspecto interesante de incursionar en el cultivo mixto es la posibilidad de obtener varias cosechas de exterior por año. Además es una técnica muy eficiente para mejorar la producción y el tamaño de las plantas en las cosechas invernales.
Ajustar el fotoperíodo
En el cultivo de plantas fotoperiódicas, es decir que dependen de la cantidad de horas de luz diaria para desencadenar la floración, se suele utilizar un estándar de 18 horas de luz por 6 horas de oscuridad durante el período vegetativo, para luego reducirse a 12/12 durante la floración.
Si bien utilizar 18 horas de luz produce buenos resultados en cuanto a formación de materia vegetal, ramificación y estructura, también es posible utilizar fotoperíodos alternativos como 16/8 y hasta cultivar todo el ciclo en 12/12. Esta última opción afecta considerablemente el tamaño, estructura y producción de la planta pero es viable para una reducción drástica del consumo eléctrico.
Existe una técnica llamada Reinhard Delp, uno de los inventores de la extracción de hash al agua, que consiste en un fotoperíodo muy particular: 12 horas de luz por 1 de oscuridad. Iniciando el cultivo desde semilla, esta técnica propone utilizar doce horas de luz y cinco horas y media de oscuridad. Luego se aplica una hora de luz y otras cinco horas y media de oscuridad.
Este fotoperíodo se mantiene hasta la floración, período en el que se pueden utilizar 10 horas de luz por 14 de oscuridad y hasta reducirlo media hora por día hasta llegar a 6/18.
Vale destacar que no todas las variedades de cannabis responden bien a esta técnica, mostrando estiramientos o estructuras débiles y poco compactas.
Utilizar tecnología más eficiente
El cultivo interior permite el ajuste de parámetros específicos que pueden ayudarnos a realizar un uso más consciente y eficiente de la energía eléctrica. El primer punto y quizás fundamental es la potencia y configuración de la luminaria utilizada.
Utilizar una luminaria cuya potencia sea acorde al espacio del jardín es importante por varios motivos. En primer lugar, una luminaria poco potente reduce la posibilidad de obtener cosechas satisfactorias y limita la eficiencia de nuestro espacio de cultivo, generando una mayor inversión en energía.
Al mismo tiempo, una luminaria demasiado potente puede provocar problemas como incremento de la temperatura, lo que se traduce a una necesidad de mayor ventilación y por ende un mayor consumo eléctrico.
Hasta hace algunos años, se elegía la potencia calculada de la luminaria según las lámparas de sodio (HPS): una lámpara de 400 watts para 1 metro cuadrado de superficie de cultivo. En base a este estándar, se multiplica o divide la potencia. Los avances en tecnología permitieron cambiar este modelo, al utilizar luminarias LEC o LED cuyo consumo es inferior y las prestaciones lumínicas mejores.
Respecto a sistemas periféricos como la ventilación, el uso de ventiladores adecuados para el espacio permite configurar un ciclo de ventilación alternado, lo que reduce el consumo eléctrico provocado por estos aparatos.
Por ejemplo, si nuestro sistema es capaz de renovar por completo el aire del espacio de cultivo en cinco minutos, podemos realizar ciclos alternativos de encendido y apagado sin perder la eficiencia del intercambio de aire, algo imposible si nuestros equipos están por debajo del nivel mínimo de eficiencia.
Cómo calcular el consumo eléctrico de nuestro indoor
Para calcular el consumo eléctrico total de nuestro cultivo en interior debemos tener en cuenta el consumo de cada dispositivo, el tiempo que se encuentra encendido por día y el precio del kiloWatt en nuestra zona.
Un aparato que funciona a 10A (amperios) y 220W consume 220W por hora. Eso nos permite calcular un 0,2kW por hora, que multiplicaremos por horas que pasa encendido. por ejemplo 10 horas. (2200watts diarios).
A ese cálculo debemos agregar equipos paralelos como ventilación o bombas de agua.
Una vez obtenido el promedio diario de consumo, lo multiplicamos por los días del mes. Esto nos permite saber el consumo de kW mensual.
La última parte de la ecuación es multiplicar el consumo por el precio del kilowatt según nuestro proveedor local de energía. De esta manera sabremos con exactitud cuánta energía está consumiendo nuestro cultivo y que costo puede tener.