Depende del tipo de cultivo que elijamos o podamos llevar a cabo, autoabastecerse de cannabis y emprender un nuevo cultivo puede implicar una suma de dinero importante. Para elegir mejor cómo encarar un cultivo o aprender a estimar la eficiencia de tu inversión, te explicamos cómo calcular todos los gastos de tu cultivo de marihuana.
¿Cómo calcular los gastos de un cultivo?
Generalmente a la hora de hablar de los gastos de un cultivo de cannabis se habla del consumo de energía de las luminarias y la ventilación necesarias para un cultivo en indoor.
Pero también puede suceder que en exterior debamos instalar cubiertas como invernaderos o media sombra para proteger las plantas, lo que implica un gasto extra y que muchas veces es necesario efectuar antes de iniciar el cultivo. Además se suman materiales como macetas, rociadores, tijeras, guantes y todo tipo de insumos que podemos llegar a requerir a la hora de iniciar y mantener un cultivo.
¿Cómo calcular todos los gastos de tu cultivo de marihuana?
En esta guía nos vamos a enfocar en los consumos energéticos de los dispositivos utilizados para el cultivo indoor y cómo traducir ese consumo al gasto en dinero.
Como primera medida debemos identificar y listar todos los dispositivos eléctricos que utilizamos en nuestro cultivo: la luminaria y la ventilación, pero también otros accesorios como bombas de riego o deshumidificadores.
Relevar el consumo de cada aparato
Lo siguiente es averiguar qué potencia y consumo en watts tiene cada dispositivo. Las luces suelen ser sencillas, ya que tanto en HPS como en LED, el consumo es similar a la “potencia” de la lámpara, siendo que un HPS de 400w consume puntualmente 400w.
En caso de tener el consumo en amperios, debemos multiplicar esta cifra por 220 para obtener la cifra de consumo en watts. Un dispositivo que usa 10A enchufado a 220V (voltios) consume un aproximado de 2200 watts.
Luego es necesario sumar la cifra que consume cada dispositivo para obtener un total. Por ejemplo, en el caso de tener una lámpara de sodio de 400W y dos ventiladores de 30W cada uno, tendremos un total de 460W.
Calcular el tiempo de encendido
Con el total del consumo de nuestra carpa o armario ya podemos calcular el tiempo que permanecen encendidos, que multiplicado por el consumo nos dará un aproximado del costo energético y monetario.
Siguiendo con el ejemplo, un cultivo que consume 460W y está encendido, luminaria y ventilación en simultáneo, durante 18 horas por día, consume en total 8.280W diarios. Por supuesto los ciclos de ventilación alternada reducen el consumo y deberían ser calculados en el total, lo mismo que si mantenemos la ventilación encendida las 24 horas.
Nuestro cultivo ejemplo, con un consumo diario de 8.280 watts, alcanza 256.680 watts en 31 días.
Multiplicar el consumo por el precio del kilowatt
Las empresas proveedoras de electricidad suelen calcular los consumos por kilowatt (Kw) que equivale a 1000 watts. Esto quiere decir que nuestro cultivo de ejemplo consume unos 256,68 kilowatts por mes.
Para calcular los gastos de nuestro cultivo, debemos multiplicar el total del consumo por el precio del kilowatt según el proveedor de nuestra zona. Esta información se encuentra disponible tanto en las facturas del servicio como en los sitios web de las empresas proveedoras.
Cómo calcular la producción por metro cuadrado
Estimar el rendimiento de la cosecha es una parte fundamental de cualquier cultivo en interior, ya que nos permitirá no sólo evaluar la eficiencia del equipo destinado al cultivo sino también el resultado tanto de las técnicas como de las genéticas utilizadas. La calidad y abundancia de la cosecha es definitivamente una parte de cómo calcular todos los gastos de tu cultivo de marihuana.
En tiempos donde las lámparas de sodio HPS eran la opción más popular de cultivo, surgió la ecuación de que una producción exitosa se calcula a partir de 1 gramo por watt de luz utilizado. Así se planteó la meta hipotética de obtener 400 gramos de flores secas con una lámpara de 400 watts o 600 gramos con una lámpara de 600.
Sin embargo esta ecuación no es del todo exacta:
En la producción de un cultivo en interior no sólo interviene la potencia de la luminaria sino también el espacio provisto por las macetas, la estructura de la planta, la técnica de cultivo y hasta la ventilación. Algunas técnicas como el SCroG homogeneizan la altura de las plantas mejorando la producción y tamaño de los cogollos.
Otras técnicas como el SoG o el cultivo vertical optimizan el espacio dentro del armario o carpa para generar mayor aprovechamiento de la luz, algo que no necesariamente debe traducirse en una mayor producción de flores. Usar con eficiencia una lámpara o una carpa se puede apreciar en la calidad de la cosecha y la estructura de la planta y no obligatoriamente en la cantidad producida.
En la producción de un cultivo en interior también intervienen aspectos del cultivo como el sustrato o la utilización de técnicas sin suelo como el cultivo hidropónico. La genética de las plantas cultivadas es también un factor fundamental, ya que existen importantes diferencias en cómo se desarrollan las diferentes cepas en un espacio reducido tanto aéreo como en suelo.
Por ejemplo, una genética con predominancia sativa puede requerir técnicas de control de altura como el SCroG o el LST para ocupar correctamente el espacio en una carpa o armario. Al mismo tiempo, si se trata de variedades tropicales de floración larga, no sólo precisamos macetas más grandes sino también un aporte nutricional apropiado.
¿Cómo reducir los costos en un cultivo en interior?
Muchos insumos tienen una vida útil que permite su amortización, como las macetas o las herramientas. Sin embargo, podemos reducir la inversión reciclando y reutilizando distintos materiales, como envases plásticos. Desde bidones de agua a envases de yogur, el plástico para uso alimentario es seguro y mientras se conserve en buenas condiciones no corremos peligro que desprendan contaminantes o microplásticos.
En el consumo eléctrico también podemos reducir costos adecuando la ventilación y el fotoperíodo. Un sistema de ventilación que funciona una hora encendido y una hora apagado disminuye a la mitad el consumo, y estos ciclos pueden adaptarse según la temperatura exterior, el tamaño de las plantas y la eficiencia de la ventilación.
También puede reducirse el consumo utilizando luminarias de menor potencia durante el período vegetativo o practicando el cultivo mixto, que aprovecha la luz del sol para reducir el consumo eléctrico. Una luminaria adecuada para el espacio disponible permite controlar mejor la temperatura y reducir la necesidad y frecuencia de ventilación.