Aunque la práctica de fumar tabaco o cannabis se conoce hace miles de años, los ceniceros recién comenzaron a popularizarse a partir del siglo XIX, con la difusión del tabaco en cigarrillos, habanos o pipas.
Pese a su reciente invención, los ceniceros fueron uno de los objetos y enseres de uso cotidiano que más rápido se volvieron un objeto artístico. Cerámica y vidrio fueron los materiales predilectos y a medida que se multiplicó su presencia en los hogares, los diseños se hicieron más complejos, incluyendo paisajes, diseños florales, siluetas humanas.
Con los años, el uso de tabaco descendió en popularidad y los ceniceros fueron desapareciendo lentamente de la vista, retirados de los bares y espacios públicos. Pero con el crecimiento del uso de cannabis, la siempre fuerte industria de la parafernalia tomó el control y los ceniceros con motivos cannabicos renovaron el interés por estas piezas de decoración otrora cotizadas.
Laura Louise Cream es artista y fotógrafa y produce parafernalia de vidrio y resina, como frascos, bandejas para armar y por supuesto ceniceros cannabicos.
Uniendo las intrincadas texturas espaciales del vidrio y la resina con hojas reales, flores de otras plantas y hasta semillas de cannabis, cada pieza de Laura es una invitación a reposar los porros pero también los ojos.