Automatizar y programar el riego en el cultivo de cannabis tiene múltiples beneficios. El principal de estos es la reducción del tiempo dedicado a una tarea periódica y repetitiva. Pero otro aspecto esencial es el control total o aproximado de la cantidad de líquido que reciben nuestros cultivos: un dato interesante a la hora de comparar técnicas, calcular costos o evaluar rendimientos.
Por otro lado, con un sistema de riego automático, podemos irnos de viaje y ausentarnos de nuestro cultivo por algunos días sin la necesidad de pedirle a alguien que vaya a regar, ni el temor a que nuestras plantas se deshidraten.
Los materiales
La base de este sistema de riego automático es una electroválvula de lavarropas. Como su nombre lo indica, este dispositivo habilita el paso de agua por una válvula que abre y cierra al recibir o cesar un estímulo eléctrico. Al controlar la apertura y cierre de la válvula con un temporizador, podemos elegir no solo en qué horario activar el paso de agua sino también por cuanto tiempo, lo que permite controlar la cantidad de agua para el riego.
Para maximizar la precisión y personalización del riego se puede utilizar un temporizador digital programable, para incluso elegir qué días encender el riego en períodos menores a 5 minutos. En caso de que nuestro cultivo no necesite tanta precisión, alcanza con un temporizador mecánico.
Este sistema utiliza manguera común tanto para la entrada como para la salida, para facilitar la conexión a cualquier tipo de canilla domiciliaria. En la salida se puede adaptar cualquier tipo de sistema como riego por goteo o incluso tanques y zanjas de inundación para cultivos en exterior.
Riego automático casero: paso a paso
Primero, debemos presentar la electroválvula en el interior de la caja estanca para medir las perforaciones necesarias. En total son tres: dos para las mangueras (la común de riego suele tener 16mm de diámetro) y una para la conexión eléctrica (dependiendo la medida de cable).
Luego debemos preparar los cables que alimentarán la electroválvula, usando los terminales pala y el termocontraíble. Para mayor seguridad, conectar el temporizador en un enchufe que se ubique puertas adentro.
Ubicar la electroválvula con la espiga y conectar las mangueras. Si hace falta para mayor seguridad se puede usar una abrazadera metálica en la conexión inferior, que sale de la electroválvula hacia el sistema de riego. En la conexión superior no suele ser necesario aunque se puede teflonar la unión.
A continuación, conectar el cable que alimentará de electricidad la electroválvula. Si es necesario se pueden sellar los huecos con pegamento siliconado para protegerlo de la lluvia.
El sistema ya está listo para ser utilizado. Solo falta definir con el temporizador parámetros como horario de encendido y duración del riego.