Días atrás los usuarios y las usuarias medicinales de cannabis que residen en Chile recibieron una noticia histórica: finalmente la legislación de ese país garantizará el derecho a cultivar su medicina.
A partir de ahora, ninguna persona que cuente con una receta médica y cultive su propio cannabis podrá ser allanada y expuesta a una persecución penal.
Si bien no se trata de una legalización y, en los hechos, es un avance que sigue sin considerar a las personas usuarias no medicinales, a partir de ahora hay más derechos en el país trasandino.
El resultado de la votación que permitió avanzar sobre esta garantía legislativa fue de 87 diputados a favor y 42 en contra. En el Senado los votos a favor fueron 27 y en contra 14.
“Si bien ya estaba despenalizado el uso medicinal, ahora avanzamos en evitar la criminalización de las personas usuarias”, explicó la diputada Ana María Gazmuri a THC.
“Ahora podemos decir que hemos legalizado el cannabis medicinal por todas sus vías de acceso”, asegura la diputada Ana María Gazmuri. Además del autocultivo, en Chile ya existe la posibilidad de acceder a productos medicinales en farmacias.
“Con esta modificación que logramos introducir, por primera vez se garantiza el principio de inocencia”, detalló Gazmuri, reconocida por sus años de activismo a favor de nuevas políticas para el cannabis.
“Ahora podemos decir que hemos legalizado el cannabis medicinal por todas sus vías de acceso”, asegura Gazmuri. Esto se debe a que, además del autocultivo, en Chile ya existe la posibilidad de acceder a productos en base a cannabis en las farmacias.
A su vez, Gazmuri junto a otras legisladoras y legisladores reunidos en la Bancada por la Paz, propusieron modificaciones que garantizaran también los derechos de los usuarios adultos, es decir, de quienes no hacen un uso medicinal. Pero la indicación fue rechazada por el Parlamento.
De todas maneras, se trata de un proceso que no se detiene y que va de la mando de un trabajo de años realizado por organizaciones de la sociedad civil que, antes de este cambio normativo, lograron un amplio reconocimiento social.
Tan es así que dos referentes de estas organizaciones fueron votadas por el pueblo chileno para ocupar cargos públicos.
Ellas son Paulina Bovadilla, directora y fundadora de la ONG Mamá Cultiva Chile, y Ana María Gazmuri, quien es fundadora de la Fundación Daya, espacios clave para la expansión del cannabis medicinal y su cultivo.
En 2021, Bovadilla fue elegida alcaldesa de la comuna Quilicura, mientras que Gazmuri fue votada para sumarse al Parlamento chileno como diputada nacional.
¿Es legal el cannabis en Chile?
Esta modificación no termina con la ilegalidad del cannabis en Chile. La planta continúa en la lista de sustancias prohibidas. De hecho, como ocurre en toda la región la gran mayoría de las personas penalizadas son usuarias.
“Estamos hablando del 70% de las detenciones, se utiliza una gran cantidad de recursos públicos y se genera una falsa sensación de efectividad en la lucha contra el tráfico ilegal”, explica Gazmuri.
En ese marco general, el derecho al cultivo medicinal se logró a a partir de introducir una modificación en la llamada “Ley Antinarco”, un proyecto que fue presentado por el ex presidente chileno Sebastián Piñera en 2020 para realizar cambios en la ley de drogas de ese país, la famosa Ley 20.000.
Como toda reforma construida desde la lógica prohibicionista, esencialmente propone el endurecimiento de penas y algunas medidas en torno al decomiso de bienes de personas sospechosas de comerciar sustancias ilegales.
Entre las reformas, una de las más discutibles es que a cualquier persona que esté siendo investigada por un supuesto delito de tráfico podrán incautársele todos sus bienes, que quedaran a disposición del Estado chileno. En concreto, alguien podría perder todo lo que tiene antes de ser declarado culpable con sentencia firme.
Además la “Ley Antinarco” generó cambios en el modo de cuantificar las sustancias incautadas. Es decir, pone el ojo sobre la cantidad y no la calidad de lo que se secuestra. En ese sentido, las hojas y tallos de cannabis podrían considerarse como parte del decomiso.
Qué significa: que a una persona podrían no sólo pesarle los cogollos de una planta, sino la planta entera. De este modo, unos pocos gramos de cannabis podrían pasar a transformarse en kilos y la situación penal de la persona complicarse dramáticamente.
Qué dice la ley sobre el cultivo de cannabis medicinal en Chile
Las diputadas y diputados de la Bancada por la Paz, lograron introducir un cambio para cuidar a los usuarios y usuarias medicinales y evitar que las modificaciones vulneren sus derechos.
Ahora bien, la condición para que el cultivo está protegido por la ley es que exista una receta médica que indique el diagnóstico de la enfermedad, su tratamiento, duración y la forma de administración.
“Se abre una perspectiva para avanzar con una regulación del uso adulto: sabemos que en toda la región, salvo en Uruguay, el primer paso es el uso medicinal”, asegura Gazmuri
Sobre este punto la ley prevee sanciones duras a quien “falsifique o maliciosamente haga uso de recetas falsas para justificar el cultivo de especies vegetales del género cannabis”: hablamos de penas de 5 a 10 años de prisión. De ser una falsificación que esconda un acto de comercio ilegal, la pena podría llegar a los 15 años.
Otro tema clave es que aún no existen espacios de atención para usuarios medicinales en el sistema público de Salud.
En líneas generales hay dos formas de conseguir una receta: a través de un médico privado o bien vinculado a alguna organización civil.
Regulación del uso adulto de cannabis en Chile
“Los usuarios adultos seguirán desprotegidos, teniendo que demostrar en los tribunales que su cultivo es para uso personal”, sostuvo la diputada Gazmuri.
“Sin embargo, creemos que es un paso importante, se abre una perspectiva para avanzar con una regulación del uso adulto: sabemos que en toda la región, salvo en Uruguay, el primer paso es el uso medicinal”, agregó.
La propuesta rechazada para descriminalizar el uso adulto podría considerarse como el piso para una debate próximo.
A saber: habilitar el cultivo de 1 a 5 plantas en exterior y 2m2 de cultivo en interior, además de una tenencia máxima anual de flor seca de 500 gramos y el transporte de hasta 40 gramos.
“Hubo parlamentarios que se oponían a la indicación medicinal porque decían que no debía tratarse en una ley penal y que se debe avanzar en una ley aparte, que es importante para Chile”, explicó Nicolás Dormal, director de Fundación Daya.
Y agregó: “Se abrió una discusión y se llegó a un consenso bastante transversal respecto a la importancia de empezar a discutir una regulación total para el cannabis”.