Una vez que ponemos las plantas en proceso de secado, no se acaba nuestro trabajo. Nos toca cuidar los cogollos recién cosechados.
Todavía puede producirse un ataque de hongos, o podemos perder mucha calidad si usamos recipientes no adecuados para el guardado y curado. Incluso podemos tener malas experiencias de fumado por un exceso de secado.
Limpieza del espacio de secado para cuidar los cogollos
Es necesario elegir un buen espacio de secado. Pero si no está limpio tendremos flores “sucias”, de lo más común en espacios donde se convive con mascotas o con mucho polvo: los encontraremos adheridos a la resina. Eso va a entorpecer la experiencia de fumado o va a contaminar los preparados medicinales si no son correctamente filtrados.
En el caso de pelos de animales, muchas veces cargan esporas de hongos que atacan materia vegetal muerta. Para que esto no ocurra recomendamos limpieza del espacio y las herramientas antes del secado, al menos una vez por semana.
Enfrascar demasiado pronto
Es común si secamos con condiciones agresivas que en pocos días las flores están para pasar a los frascos. La humedad externa abandonó el cogollo de forma excesiva. Las flores parecen secas, pero suele quedar humedad en el interior, lo que brinda las condiciones ideales para el desarrollo de hongos.
Usar recipientes de guardados adecuados para cuidar los cogollos
Suele suceder cuando el final del secado nos encuentra desprevenidos y terminamos por usar cualquier recipiente plástico de mal cierre o frascos de vidrios mal lavados, que aún conservan el olor del contenido anterior. Esto provoca que nuestra cosecha quede con olores indeseados o muy seca en el caso de los contenedores con cierres deficientes, alterando de forma irreversible los aromas y sabores.
Por eso, es clave elegir contenedores adecuados.
Rehumedecer las flores
Ya sea por mala ventilación o por abrir mucho tiempo los frascos de curado cuando hay mucha humedad ambiente, aparece el famoso olor a “guardado” o “ropero” que termina por apagar todos los olores de nuestras flores.
Si en algún momento necesitamos reingresar agua a nuestras flores secas para hacer más llevadero su uso, intentaremos hacerlo de la forma más progresiva posible para evitar este fenómeno; donde también podemos valernos de sobres reguladores de humedad diseñados específicamente para este propósito
Almacenar con luz directa
La luz degrada la resina con suma rapidez, en especial si se trata de la luz solar directa. Además de generar calor dentro del contenedor destruye gran parte del efecto psicoactivo de las flores si es que fueron expuestas el tiempo suficiente. Para evitarlo podemos usar frascos oscuros o pintarlos.