Se conoce como estrías a vetas o marcas, a veces de color rojizo, que aparecen en distintas partes del cuerpo por una variedad de factores. Pueden ser causadas por el aumento o descenso de peso, como un efecto secundario de algunos medicamentos o incluso un aumento rápido de la masa muscular.
Cuando Mariano Incaurgarat tenía 25 años bajó 50 kilos. A pesar del impacto positivo que tuvo la pérdida de peso en su salud, en su cuerpo aparecieron estrías. Después de intentar disminuirlas con cremas tradicionales, decidió probar con productos cannábicos. “Fue increíble. A los tres meses se me habían ido”, contó a THC.
¿Cómo llegaste a pensar que el cannabis te podía ayudar en la piel?
Esto fue hace unos años. Ahora tengo 36 y cuando tenía 25 llegué a pesar alrededor de 130 kilos. Decidí encarar un proceso para bajar de peso. Me puse las pilas y empecé a ocuparme. Cuando empecé a perder kilos la piel se empezó a estirar.
Entrenaba mucho, pero me daba cuenta que aunque mejoraba las estrías que habían aparecido no se iban. En ese momento vivía en Córdoba capital y había empezado a hacer cursos para aprender a cultivar. Así conocí a un chico que hacía tinturas y aceites. Yo estaba buscando, en realidad, ayudar a mi mamá que sufría dolores musculares, en el cuello principalmente. Este chico, además de aceites, también hacía jabones cannábicos y fue lo primero que le llevé a mi vieja.
Eran productos en los que también incluía algunas otras plantas terapéuticas y, en cuanto al cannabis, tenían más proporción de CBD. Mi mamá los empezó a usar para bañarse y comenzó a registrar que le dolía menos el cuerpo, que le producía un efecto analgésico. Yo en ese momento estaba estudiando mucho sobre el tema y sabía que el cannabis tenía mucha vitamina A así que decidí probar yo mismo para ver qué resultado me daba en la piel.
¿O sea que diste el paso por tu cuenta?, ¿solo para probar?
Claro. Lo que pasa es que me venía poniendo cremas para las estrías y no veía ningún resultado. Quería probar otra cosa. Fue increíble. Empecé con las estrías que tenía en la cintura, donde tenía la piel hasta lastimada, y a tres meses después de usar los jabones se me habían ido.Yo sabía que los jabones tenían un efecto analgésico. Además, sabía que el cannabis tiene mucha vitamina A y decidí probar porque cuando leés la etiqueta de la crema Cicatricure, por ejemplo, ves que tiene ese componente.
¿Usaste solo jabones?
Además de estrías en la cintura tenía debajo de las axilas. Cuando le conté a este cultivador que hacía los jabones que me estaban dando resultado a mí, me recomendó pasar a la crema. Me dijo: “Usala a la mañana y a la noche y hagamos nosotros una especie de investigación para ver cómo funciona”. Fue tremendo cómo me regeneró la piel. Desde entonces cada vez que veo que alguien tiene una cicatriz o que se hace un tatuaje le digo que recurra a cremas o jabones cannábicos para regenerar la piel.
¿Alguna vez intentaste hacer tus propios jabones o tu propia crema?
Hice un par de veces, pero después me mudé a Buenos Aires y acá no tenía lugar para cultivar. Cuando hice el proceso era bastante sencillo: hacía las tinturas y usaba alcohol comestible. Ponía las hojas y las flores en una botella y la dejaba en la oscuridad unos días para que absorbiera todo. Después la destapaba para que se evaporara todo el alcohol y lo filtraba bien hasta que me quedara una tintura que, en baño maría, la mezclaba con el jabón o la crema neutra, que los compraba en una droguería.
“Cada vez que veo que alguien tiene una cicatriz o que se hace un tatuaje le digo que recurra a cremas o jabones cannábicos para regenerar la piel” cuenta Mariano.
¿Le comentaste a algún profesional de la salud sobre este uso dermatológico del cannabis?
Fui a dos dermatólogas en ese momento. Ellas me habían indicado usar Cicatricure y otra crema más que no recuerdo el nombre. Les dije que estaba usando cannabis y que me estaba dando resultado y las dos reconocieron que tenía componentes que me podían ayudar. Después no volví a verlas ni hablé con otros médicos al respecto.
Pero tuviste buena recepción y ninguna te habló de contraindicaciones…
Claro. Y la verdad es que no tuve ninguna contraindicación. Para mí son productos súper buenos para distintas cosas como dolores en el cuerpo, calambres. Mi recomendación siempre que me cuentan algo así es que utilicen cremas o jabones que tengan más concentración de CBD que de THC.
Cuando le contabas este uso a otros consumidores o cultivadores, ¿se sorprendían o sabían que se podía usar de esta forma?
Sí, se sorprendían. De todas formas no es que se ponían a hacer. Todavía no es tan común encontrar jabones o cremas cannábicas porque no es tan conocido su uso tópico. Por eso estoy pensando en volver a hacer yo. Todavía no tengo la capacidad ni la cantidad, pero me parece que está muy bueno para que otros lo aprovechen.
¿Y en el mundo fuera de los cultivadores?, ¿te encontraste con algún tabú?
No tanto. Pero lo que pasa es que yo soy muy militante del tema y saben con quién están hablando. Sí, en aquel momento, me pasaba que me cruzaba con personas que no tenían mucha conciencia sobre la marihuana y pensaban que la marihuana es el prensado. Pero cuando vos le mostrás algo que huele rico y más si es un producto que no tenés que ingerir o fumar, cambia la percepción. “Ah. Esto es distinto, esto me copa”, te decían.
Cuando te acercás desde el lugar del cannabis medicinal la gente lo acepta mejor, pero si te acercás desde el uso recreativo hay más rechazo. A las mentes más cerradas hay que entrarles desde el lado de la ayuda, de la empatía… y así siempre me encontré con situaciones positivas.
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