En su estado original, los cogollos no contienen a los famosos cannabinoides THC y CBD tal y como los conocemos. De hecho, las flores en estado puro contienen THC y CBD en sus formas ácidas, es decir, THC-A y CBD-A. Lo que diferencia a los cannabinoides de los cannabinoides ácidos es que estos últimos no generan los tan conocidos efectos psicoactivos que la mayoría buscan al consumir marihuana. Para conseguir los resultados deseados, es necesario que haya una descarboxilación de las formas ácidas de los cannabinoides.
¿Qué es la descarboxilación?
La descarboxilación es ese proceso por el cual conseguimos que el THC-A y el CBD-A potencien sus efectos psicoactivos, y, por lo tanto, pasen a ser THC y CBD con todo lo que esto implica. Básicamente, la descarboxilación nos permite aprovechar al 100% las propiedades antiinflamatorias, orexígenas, estimulantes, ansiolíticas y antiespasmódicas de los cannabinoides, por nombrar solo algunas.
Ahora, ¿cómo se descarboxila la marihuana? Este fenómeno se da cuando sometemos el cannabis a altas temperaturas por un periodo determinado de tiempo, por lo tanto, cuando fumamos o vaporizamos la marihuana, la descarboxilación se produce en ese mismo instante debido al calor que recibe el cannabis al quemar las flores.
Sin embargo, hay situaciones en las que deberemos inducir al proceso de descarboxilación nosotros mismos. Veamos cuando es necesario.
Descarboxilación: ¿cuándo inducir al proceso?
En primer lugar, es necesario que entendamos las vías que existen para consumir cannabis. ¿Por qué? Porque dependiendo de esto deberemos generar la descarboxilación o no:
Cannabis inhalado: la forma tradicional de uso
Inhalamos el cannabis cuando fumamos o vaporizamos la marihuana. Este es el método de consumo más difundido, y de esta forma, la descarboxilación se produce automáticamente puesto que estamos quemando la marihuana. Hay varias formas en las que podemos fumar, por ejemplo, a través de pipas o simplemente utilizando filtros de papel.
Lo que notaremos al inhalar la marihuana es que los efectos aparecerán con rapidez. Por lo general, a los 5 o 10 minutos de inhalar el cannabis veremos la repercusión de las sensaciones psicoactivas en nuestro organismo.
Mediante esta vía, los efectos durarán entre 1 y 3 horas.
Cannabis ingerido: cuando la descarboxilación se hace necesaria
Podemos ingerir el cannabis a través de aceites o de comidas cannábicas, y si queremos aprovechar al máximo los efectos psicoactivos y medicinales de la marihuana a través de estas vías, tendremos que descarboxilar. Sin embargo, hay una excepción. Si los alimentos cannábicos que estamos preparando llevan mucho tiempo de cocción, la descarboxilación se producirá sola en el horneado.
Ahora, si las comidas no necesitan demasiado tiempo dentro del horno, tendremos que descarboxilar, y explicaremos como hacerlo en el siguiente apartado.
Lo que hay que tener en cuenta con la marihuana ingerida es que tarda en hacer efecto. Lo más probable es que comencemos a tener las sensaciones buscadas una vez que pase media o inclusive una hora desde la ingestión. Por esta vía, los efectos duran entre 4 y 8 horas. Por eso, hay que medir la cantidad que ingerimos en un inicio. Si consumimos de más, la marihuana podría pegarnos mal, generándonos situaciones indeseadas.
¿Cómo descarboxilar el cannabis?
La descarboxilación es el primer paso que tenemos que llevar a cabo antes de comenzar a cocinar nuestra comida cannábica o a preparar nuestros extractos.
Para ello, tomaremos los cogollos que queramos utilizar y los pondremos en una placa apta para horno. Es necesario que quitemos tallos y ramas del cannabis.
Luego, esparcimos las flores en el recipiente y las metemos al horno precalentado durante 30 a 60 minutos a una temperatura de entre 106° a 120°. Por lo general, con 60 minutos de cocción a 118° o 120° es suficiente.
De todas formas, esto va a depender de la potencia del horno. Una vez finalizado el tiempo, retiramos la placa y dejamos que los cogollos se enfríen. Luego de esto, el cannabis ya estará listo para ser utilizado.
Hay un tip que nos servirá de ayuda para evitar quemar la marihuana. Básicamente, lo que tendríamos que hacer es meter pocas flores a cocinar para calcular tiempos y temperatura dependiendo de la intensidad del horno.
De esta manera, no correremos riesgos al meter la totalidad de las flores que queramos utilizar en el horno, porque ya hemos probado anteriormente.
Preparados con cannabinoides ácidos
Existen quienes utilizan los cogollos sin descarboxilar para algunas preparaciones, como jugos. Aunque no provoquen síntomas psicoactivos, los cannabinoides ácidos cuentan con varias propiedades que son aprovechadas por muchos usuarios que utilizan el cannabis de modo terapéutico.
Por ejemplo, el THC-A funciona como anticonvulsivo, antiinflamatorio, y hasta sirve para las náuseas. Si se quiere incorporar los jugos y licuados con cannabis a la rutina diaria, es recomendable empezar con 0,1 a 0,25 gramos de cannabis dos veces al día, e ir aumentando de a poco las cantidades dependiendo de los efectos que generen en cada usuario. Se puede llegar hasta a 5 gramos dos veces por día.
Recetas de jugos y licuados con cannabis fresco
Para aquellos que quieren incursionar en el mundo de los jugos con cannabis fresco, hay algunas recetas sencillas que pueden llevar a cabo.
Uno de los deliciosos tragos es “El mañanero”, que, como su nombre indica, es ideal para tomar por las mañanas debido a su elevado índice glucémico que hace que este jugo tenga un efecto parecido al del café. Para esto, tenemos que licuar en principio una sandía y luego agregarle jugo de naranja, banana, remolacha y el cannabis. Se licua todo bien, y ya está listo.
Otra opción es el “Melón detox”, que sirve para purificar luego de una noche de copas o para tomar después de hacer ejercicio. Para esto tendremos que licuar melón, albahaca (si no es orgánica, tiene enjuagarse bien con agua tibia), bananas, gotas de aceite de oliva y cannabis. Nos quedará un exquisito jugo con muy buenas propiedades.
Finalmente, para los amantes del chocolate también hay una opción. Para este trago necesitaremos jugo de naranjas, cacao, maca, miel, almendras activadas y cannabis. Se mete todo en la licuadora, licuamos bien y nos quedará un delicioso trago que puede servir como postre luego de la cena.