El caso de una familia que reclama por el derecho a cultivar cannabis llega a la Corte Suprema. No es algo espontáneo, ni es una historia sencilla: surge de la larga lucha de una madre que planta cannabis para su hijo de 6 años.
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El año pasado, mediante un recurso de amparo, la Justicia había autorizado a la familia a cultivar paraque el nene pudiera seguir tratándose con cannabis su fibromatosis, una enfermedad que se caracteriza por el desarrollo de tumores benignos en los nervios del cuerpo y la piel.
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Ese fallo fue histórico: se trató del primero en autorizar el cultivo domiciliario de cannabis ante la falta de regulación para poder plantar. Pero el Estado apeló y el caso llegó a la Cámara Federal de Salta. Ahí los magistrados decidieron revocar el derecho al autocultivo argumentando “falta de rigor científico”, a pesar de que la realidad y los informes clínicos mostraban lo contrario.
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Ante esa situación, la familia interpuso un recurso extraordinario para que la Cámara eleve el expediente a la Corte Suprema y que ésta decida si la familia tiene o no el derecho al autocultivo. Hoy, finalmente, el tribunal salteño decidió que sean los jueces supremos los que tomen el caso. Está ahora en manos del máximo organismo de justicia de Argentina determinar si confirma o niega el derecho a cultivar cannabis para mejorar la calidad de vida y sentar un precedente clave para miles de personas