Su detención se generó como la mayoría: a partir de una denuncia anónima. El allanamiento fue el 10 de abril. El fiscal dictó, sin pruebas de comercio que lo sustenten, la prisión preventiva de Diego. Las pruebas en su contra fueron algunos frascos con cogollos, materiales de su indoor y un rollo de aluminio, según precisó a THC Anita, pareja de Diego. Eso bastó para que la Justicia le diera lugar al pedido del fiscal y hoy el Negro esté en una cárcel.
“El allanamiento fue a las 5 de la tarde, quisieron romper la puerta pero mi viejo los frenó”, nos contó Anita. “Nos robaron plata y un disco rígido. Todo fue muy violento”, explicó.
Diego se hizo popular en el mundo de los cannabicultores gracias a sus ganas de ayudar a otros a poder cultivar. Y no sólo lo hizo cara a cara, sino también participando en los foros donde se gestó gran parte de la cultura cannábica, allí brindó información y conocimiento.
Diego no se quedó en su casa, participó activamente de las marchas a favor de la regulación del cannabis donde regalaba humus de lombriz para mejorar las condiciones de los cultivos de muchos.
En el día de ayer su defensa presentó un recurso de apelación para que Diego quede en libertad.