La NASA, la agencia espacial estadounidense, no sólo explora el espacio y produce las imágenes más impactantes de la galaxia en la que vivimos. También es una maquinaria gigante de producción de información e investigación.
Puede parecer un chiste, pero debemos a la NASA mucho más que la exploración de la luna. De muchos de sus experimentos, relacionados a los viajes espaciales, nacieron objetos como trajes de baño de competición o dispositivos portátiles para tratar el acné.
Por supuesto, en un país obsesionado con las drogas y su prohibición, la NASA también investigó las sustancias psicoactivas. En 1995 publicó uno de sus estudios más sorprendentes: la medición de la toxicidad del cannabis y otras sustancias en arañas.
Más precisamente lo que evaluaron fue cómo los insectos construían sus telas luego de haber sido expuestos a las diferentes sustancias.
El experimento que tuvo de estrella a la araña de jardín europea (Araneus diadematus) ¿Los resultados? Absolutamente gráficos.
La publicación de la nasa puede leerse acá.