El THC y el CBD son algunos de los principales compuestos activos del cannabis. Muchas veces se nos dice que el primero es para uso “recreativo” y el segundo medicinal. Pero ya son muchos los científicos que sostienen que el cannabis es una medicina integral cuando se usa como lo que es: una planta.
Poco se sabía sobre los principios activos del cannabis hasta que en los años 60 el equipo del doctor Raphael Mechoulam logró aislar y sintetizar el THC, el primer cannabinoide identificado por la ciencia.
El cannabis vino a derribar una vieja lógica farmacológica: los cannabinoides extraídos de la planta no replican el efecto que consigen los extractos de la planta entera.
A partir de ese momento, la ciencia tomó el atajo más conveniente a su lógica: se replica la sustancia activa, se demuestran sus efectos y se ajusta una dosis de acuerdo a los resultados que se buscan. Pero el cannabis vino a derribar ese paradigma: los cannabinoides “puros” no replican el efecto que los extractos de la planta entera.
Además de cannabinoides como el THC y el CBD, la planta produce terpenos y sustancias volátiles aromáticas, también cetonas, lactonas, alcoholes, ácidos grasos y una enorme cantidad de sustancias que, cuando combinadas, modifican sus acciones biológicas, generando una sinergia química. Ese trabajo en conjunto es conocido por la ciencia como “el efecto séquito” o entourage en inglés.
El cannabis produce una enorme cantidad de sustancias que, cuando funcionan combinadas, modifican sus acciones biológicas. Ese trabajo en conjunto es conocido como “el efecto séquito”.
Por ejemplo, el CBD aumenta la capacidad del THC para reducir el dolor. O bien el mirceno, un terpeno, potencia las propiedades del THC para relajar los músculos. “El todo es mejor que las partes”, resume Ethan Russo, uno de los principales investigadores en esta área. Su idea se basa en un principio natural: las plantas ejercen sus efectos en conjunto, no a partir de compuestos activos aislados.
el CBD aumenta la capacidad del THC para reducir el dolor. O bien el mirceno, un terpeno, potencia las propiedades del THC para relajar los músculos
De ahí que, dependiendo cada caso, se elegirán plantas con distintas relaciones entre THC y CBD, y se buscarán determinados terpenos. Esa es la compleja base sobre la que se fundan los fitofármacos, donde la planta en su totalidad es parte de la solución terapéutica.
Uno de los estudios más completos de Ethan Russo sobre el tema puede leerse haciendo click aquí.
Mas información sobre el efecto séquito en Revista THC 121