El CONICET está trabajando con la mirada puesta en los usos medicinales del cannabis. Dentro de la institución se creó la Red de Cannabis y sus usos medicinales (RACME) del CONICET que busca poner en contacto a científicos, funcionarios y representantes de organizaciones civiles.
Días atrás la RACME se reunió para discutir los detalles de la situación actual del cannabis medicinal y plantear objetivos de trabajo en el corto y mediano plazo para lograr avances en la investigación de la planta y la implementación de la Ley de Cannabis Medicinal.
“Estamos muy contentos y contentas porque el CONICET nos está dando todo su apoyo y respaldo”, nos contó la doctora, investigadora del CONICET y coordinadora de la Red, Silvia Kochen quien dirigió la reunión junto a la presidenta del CONICET, Ana Franchi. “Fue la primera reunión ampliada de esta Red que se acaba de constituir, en la que participaron todos los actores que vienen trabajando desde hace mucho en este tema”, nos explicó.
Además de los miembros de RACME, se invitó a participar de la jornada a profesionales de la medicina, representantes del INTA, del Ministerio de Seguridad, del Poder Legislativo y de ONG’s como Mamá Cultiva, CAMEDA, Flores de Libertad, CECCa y Ciencia Sativa Bariloche, entre varias otras.
“Seguimos trabajando, por un lado con reuniones en el Ministerio de Seguridad y otras reuniones importantes que tenemos en agenda”, detalló Kochen.
“Vamos a continuar trabajando para modificar la reglamentación de la ley de cannabis medicinal que fue deformada y cuyo espíritu fue cambiado”, sostuvo Kochen en referencia a las limitaciones que se impusieron a la ley. En concreto: haber limitado el derecho al cannabis medicinal sólo para algunas patologías y no permitir el autocultivo y el cultivo solidario, lo que hizo que miles de familias continúen siendo criminalizadas y que la importación sea la única vía legal de acceso a la medicina.