A través de una rifa solidaria, los miembros de la Asociación, que hace poco logró tener personería jurídica, reunieron los fondos para comprar el aparato y regalarlo. El puente con los médicos del área de Cuidados Paliativos se generó gracias a que los cultivadores le dan a los profesionales gran parte de la información sobre la planta y sus usos.
“La gente de cuidados paliativos se contactó con nosotros porque recibían inquietudes de pacientes respecto al cannabis y los extractos, ellos tratan con gente que sufre enfermedades terminales, con mucho dolor”, explica Esteban, miembro de la Asociación. “Ellos legalmente no pueden administrar cannabis”, nos cuenta, “entonces primero de manera extraoficial y después con el visto bueno de la directiva del hospital, ayudaban a administrar el cannabis que los pacientes llevaban, explicaban cómo dosificarlo y hacían un seguimiento”.
El vaporizador fue un aporte pensando en las patologías donde el dolor es más agudo, dado que esta forma de administración produce efecto analgésicos de manera casi instantánea.