Si tu planta todavía no comenzó a mostrar signos de floración, estás a tiempo de hacer una última poda: es sabido que cuando el proceso inicia, pegan el último “estirón” por lo cual es útil tener en cuenta medianeras y vecinos curiosos.
Poda apical
Para realizarla hay que remover la yema de crecimiento cortando la rama por encima de un nudo.
Este tipo de poda favorece el crecimiento de dos ramas en donde antes solamente había una. Se puede seguir podando a medida que las ramas crecen para incentivar el crecimiento de más brotes y hacer la planta más ancha.
Poda FIM
En este caso, lo que se retira es una gran porción (entre el 70 y 90%) del brote de crecimiento, o sea que no se retira por completo. El resultado es imprevisible: pueden salir de dos a siete ramas nuevas.
La cantidad no se puede determinar de antemano, porque depende de la manera aleatoria en que se extirpó la yema.