En Dinamarca se les ocurrió una idea: garantizar el acceso al cannabis medicinal a toda la población, para evitar que las condiciones económicas de las personas sea un impedimento para su derecho a la salud.
La medida se decidió por el elevado precio del cannabis medicinal en el país en el marco de un nuevo un programa para pacientes enfermedades severas y padecimientos crónicos. El objetivo es que el gobierno subsidie de forma total a los primeros y ofrezca un 50% de descuento para aquellos que padecen enfermedades crónicas.
A pesar de las quejas de algunos profesionales, el programa se encuentra en pleno desarrollo y ya surgieron las primeras críticas y observaciones. Hasta la fecha, unos doscientos pacientes se encuentran registrados y recibiendo cannabis.