El estado de California se propone asegurar por ley los derechos laborales de los usuarios de cannabis.
A partir de la reciente regulación, los usuarios, sean o no medicinales, ya no son perseguidos por tener hasta una onza (28,34 gramos), cultivar (hasta 6 plantas) o comprar cannabis en dispensarios autorizados. Pero en sus lugares de trabajo sufren las consecuencias de las políticas de muchas empresas que suspenden o despiden a las personas que den positivo en test de drogas, incluida la marihuana.
Como primer paso, el proyecto 2069 plantea prohibir a los empleadores discriminar a empleados que sean pacientes cannábicos acreditados. “Muchos empleadores prohiben el consumo de marihuana en el ambiente laboral pero permiten la ingesta de otros productos mucho más dañinos e incapacitantes como el fentanilo u otros sedantes”, se lee en el texto.
Según el informe que acompaña la propuesta, no solo no existe evidencia de que los tests de drogas vuelvan más seguro o sano un ambiente laboral, sino que tampoco existe evidencia de que los usuarios medicinales de cannabis sean empleados menos aptos.