Hecha la ley, hecho el negocio: en Italia venden marihuana legal cuyo contenido en THC no alcanza el límite de 0,6% impuesto por la ley. El “cannabis light” se vende exitosamente desde hace un año, a menos de 20 euros los 8 gramos. Es un porro “de verdad” salvo que con ínfimos contenidos psicoactivos, producido en la provincia de Parma en asociación con una empresa productora de cáñamo industrial.
Se ofrecen 5 variedades. Si bien el contenido de cannabinoides es inferior a las variedades cultivadas ilegalmente, según los productores algunas poseen similitudes en sabor y olor a, por ejemplo, el Skunk. Los usuarios reconocen que, si bien no produce los mismos efectos que el cannabis del mercado negro, es relajante.
Las cajitas contienen cogollos sin manicurar, algunos con semillas, y cuentan con más de 300 minoristas en todo el país que, a pesar de cultivar legalmente cáñamo industrial, todavía penaliza la marihuana considerada “recreativa”. Para evitar problemas legales, en la página aclaran que no es un “producto medicinal, alimentario o de combustión y está prohibido para menores.”
Con sus contradicciones, es parte de un movimiento reformista y antiprohibicionista que, de paso, hace visible que un mercado regulado de marihuana es posible.