Una vez que los cogollos llegaron a su punto óptimo de secado, es momento de guardar nuestra cosecha. Guardar bien la cosecha es clave para mantener y mejorar su calidad a lo largo del tiempo, algo que veremos luego en el proceso de curado.
No hay que olvidarse que el contacto con el aire acelera el envejecimiento y la oxidación de las flores.
Un buen guardado tiene un objetivo claro: evitar que los cogollos se oxiden en contacto con el aire.
Lugares y orden de guardado
Los lugares donde guardemos el cannabis deben tener poca humedad y evitar que ingrese la luz: una alacena, un mueble, un ropero. Por supuesto, también existe la posibilidad de guardar cogollos en el freezer.
El orden es simple: siempre debemos intentar no mezclar cogollos de distintas plantas, aunque sean de la misma variedad. Además, si queremos mejorar el guardado, lo ideal es guardar las partes bajas y altas de una misma planta en recipientes distintos.
Frascos
Al enfrascar lo ideal es usar frascos de 400 gramos (promedio de un frasco de mermelada) bien preparados.
Hay que llenarlos bien, dejando la menor cantidad de aire posible en el interior. Eso no significa aplastar los cogollos. Se trata de guardar, sin presionarlos, la mayor cantidad posible en cada frasco.
Los frascos hay que llenarlos bien, dejando la menor cantidad de aire posible en el interior.
Si la cosecha es pequeña, usaremos frascos más pequeños. Pero si la cosecha es abundante, los frascos grandes no siempre son la mejor opción, mucho menos si vamos a estar abriéndolo y cerrándolo regularmente.
Los olores también se intensifican y redistribuyen en un frasco bien completo a diferencia de uno a medio llenar.
Guardado en freezer
Es la mejor opción cuando queremos almacenar por un periodo mayor a cuatro o seis meses, ya que frenamos casi por completo el paso del tiempo.