Imaginen una polo de producción de cannabis que, al mismo tiempo, sea un lugar que reciba a los turistas que quieren pasar las vacaciones de su vida.
Bueno, esa es la idea de la empresa Flow Kana, que empezó como delivery en 2014 en San Francisco, California. La compañía compró por casi 4 millones de dólares un viñedo de 32 hectáreas ubicado en el área de Mendocino para albergar la movida de los pequeños productores de cannabis de la zona.
El visitante puede recorrer los 7.900 metros cuadrados de edificios donde los productores de distintas granjas de cannabis, exclusivamente orgánico, prueban el producto, manicuran, secan y preparan los cogollos para el embalaje final.
Además se brindan cursos y seminarios que van desde cultivo al manejo de empresas cannábicas. Y, como si esto fuera poco, para que el turista no se quede con el sueño verde a medio cumplir, hay cabañas disponibles para quedarse a dormir con servicio de desayuno incluido.
La mega granja de Flow Kana es también un avance en la forma de comercializar el cannabis en Estados Unidos, dado que al reunir a pequeños y medianos granjeros cannábicos les ofrece la posibilidad de competir frente a los grandes productores y distribuidores de un mercado que ya lleva más de diez años generando ganancias.
Hay un punto flojo y es que la empresa no tiene planes inmediatos de cultivar o vender porro en las instalaciones. Se especula que abrirán un área de cata y ya es un hecho que el lugar es churro-friendly así que se puede fumar en todos lados.
Un punto interesante: la ley de California permite “regalar” hasta una onza (28,35gr.) lo que abre la posibilidad de llevarse los mejores souvenires del mundo.