Por primera vez, la Universidad de Buenos Aires (UBA) iniciará un cultivo de cannabis. Así se suma a la lista de universidades que ya avanzaron con sus propios espacios para investigar el cannabis: la Universidad de La Plata, Universidad Nacional de Rosario y la Universidad Nacional del Litoral.
En este caso, el proyecto está coordinado desde el Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco (Iquimefa), que se trata de una institución creada en conjunto entre la UBA y el Conicet. “Será un cultivo chico, científico y experimental”, adelantó la directora del programa, Catalina van Baren.
Cuando desde la UBA se presentó el proyecto se dejó en claro que para investigar el cannabis es neceario tener materia prima propia y, para eso, se necesita cultivar.
El proyecto que dirige van Baren se llama “Cannabis Sativa” y se creó luego de la reglamentación de la Ley Nacional de Cannabis Medicinal, sancionada en 2017. “Desde el primer momento manifestamos que teníamos que trabajar con materia prima propia y que ibamos a necesitar cultivos”, cuenta la docente de farmacognocia de la UBA.
La propuesta fue hecha hace más de un año, pero el Ministerio de Salud aprobó hace días la iniciativa con la firma de la Secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti.
Cómo será el cultivo
En cuánto al cultivo, van Baren adelanta que “serán cepas altas en CBD que tendrán un uso experimental y científico para el tratamiento de la epilepsia refractaria”.
“El plan es trabajar con genéticas estables y eligiéndolas según sus perfiles fitoquímicos. La idea es recolectar y conservar la mayor cantidad de genéticas para futuras investigaciones”, cuenta el encargado del cultivo.
El encargado de las plantas será Ignacio Peralta, un bioquímico que ya trabajó en una plantación de Colombia durante su investigación postdoctoral. “El plan es trabajar con genéticas estables y eligiéndolas según sus perfiles fitoquímicos. La idea es recolectar y conservar la mayor cantidad de genéticas para futuras investigaciones”, cuenta Peralta.
Por otro lado, los encargados del proyecto cuentan que aún no tienen determinado en qué lugar se llevará a cabo el cultivo. Van Baren explica que “ahora hay que continuar los pasos burocráticos que, además, están demorados por el contexto de la pandemia del coronavirus”.
Sin embargo, la directora de “Cannabis Sativa” afirma que “será dentro de un predio del Conicet o la UBA, que también tendrá que evaluarlo y aprobarlo el Ministerio de Seguridad”.
“Ya hemos diseñado la metodología que nos permite separar más de 10 fitocannabinoides diferentes y poder cuantificarlos”, detalla Catalina van Baren, profesional a cargo del proyecto.
Además de aprobar el cultivo, las autoridades sanitarias habilitaron otras tareas relacionadas al control de calidad, toxicidad y eficiencia de la medicación. “Uno de nuestros objetivos es generar una norma de calidad para el uso medicinal del cannabis”, adelanta van Baren sobre una iniciativa que ya se encuentra en camino a ser presentada ante la Farmacopea, que se trata del código oficial donde se describen los productos médicos en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat).
“Ya hemos diseñado la metodología que nos permite separar más de 10 fitocannabinoides diferentes y poder cuantificarlos”, detalla la especialista.