En el primer semestre de 2018, Uruguay comenzará a habilitar locales especializados para le venta de cannabis legal. De esta manera se busca resolver el problema generado por las restricciones bancarias al comercio de marihuana, lo que puso en jaque el sistema de expendio a través de las farmacias uruguayas.
Los nuevos comercios van a tener una licencia otorgada por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (Ircca) y los requisitos para poder pedir cannabis en sus mostradores serán los mismos que siguen vigentes en las farmacias autorizadas: todas las personas mayores de 18 años, residentes en el Uruguay y registradas ante el Ircca. De esta manera también el gobierno uruguayo insiste sobre un punto que en este verano se transformó en un malentendido constante: nadie que no tenga domicilio permanente en el Uruguay puede comprar cannabis legal. Es decir, los turistas seguirán excluidos.
En el último registro del Ircca se contabilizaron casi 19 mil personas inscriptas como adquirentes, más de 7800 autocultivadores y un total de 76 clubes de cultivo. Los números son un éxito para el gobierno charrúa que, de esta forma, puede mostrar evidencias de un mínimo de 30 mil usuarios dejaron de comprar cannabis en el mercado negro, con los riesgos para la salud y la seguridad que eso implica.
Los nuevos locales “van a ser regulados para poder expender cannabis y eventualmente otros productos, accesorios, material y bibliografía relacionada, y otros productos prohibidos de comercializar sin autorización”, explicó Diego Olivera, el Secretario General de la Junta Nacional de Drogas del Uruguay. “Es similar a lo que en otros países existe en las licorerías, comercios que son los únicos en los que se puede vender alcohol y están regulados por una entidad pública”, detalló. “Los expendios van a ser algo así, pero en nuestro país para el cannabis”.