Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Cogollos de oro: el arte de la joyería cannábica

Te contamos cómo son las pequeñas obras de arte que imitan la perfección de las flores de cannabis.

Parece increíble, pero ya existe la joyería cannábica de alta gama. Estos productos, que pueden costar entre 25 y 500 dólares cada uno, varían en tamaño, modelo y material que se utiliza para forjarlos, que puede ser desde oro de 24 kilates hasta acrílico y madera.

Algunos son ni más ni menos que un cogollo dorado, otros tienden a un diseño más realista que, a simple vista, poco se diferencia de una flor verdadera. Pero el objetivo es el mismo: llevar una pasión colgada del pecho.

Realismo mágico

“Lo que nos importa desde siempre es borrar el estigma que hay sobre el cannabis: para nosotros colgarse un cogollo es ir de frente contra los prejuicios que todavía existen. Que sea parte de lo que mostrás, al menos para mí, ayuda a que la gente mire la marihuana de otra manera”, nos explica Derek, dueño y creador de Kannabling, una de las marcas que optó por llevar adelante un diseño hiper realista.

Existen cogollos hiper realistas que buscan replicar híbridos usando hierro, acrílico y hasta madera.

“Los diseños se basan en algo simple: lo que nos gusta”, aclara Derek. “No hay preconceptos ni tratamos de imitar variedades en particular, pero definitivamente preferimos los híbridos”, explica. Los materiales que usa son hierro, acrílico, incluso madera.

Cogollos de oro

Ras Boss es otra de las marcas más conocidas de joyería cannábica. Sus joyas suelen colgar del cuello de Snoop Dogg. En Argentina, modelos similares se han visto en el pecho de Duki.

En su página web tienen publicados los 21 diseños que crearon, donde todos son de oro de 24 kilates y algunos de ellos tienen una piedra preciosa como zafiro o rubí. Ellos son más cuidadosos de sus secretos y no explican cómo lo hacen.

Para hacer cogollos de oro se necesita una impresión 3D para hacer un molde de resina apta para calcinar. El oro se tiene que llevar a los 1.100 °C.

Buscamos algunas respuesta y nos ayudó Juan Manuel Romero, el único argentino que hace joyas de plata y oro a partir de moldes generados por impresión 3D.

“Primero se hace un escaneo del cogollo que es muy preciso y queda plasmado en la computadora para poder editarlo. Luego, se imprime en 3D un molde de resina apta para calcinar que va a tener todos los detalles a la perfección, donde se vuelca el metal fundido”, nos cuenta.

En ese proceso hay que llevar el oro a 1.100 °C y después reposarlo en el molde dentro un horno industrial a 200 °C entre siete y 10 horas.