Una batalla judicial. Eso es lo que están enfrentando grupo de madres de Santa Fe que cultiva cannabis para sus hijos e hijas. Organizadas, van a pedir que la Corte Suprema de Justicia se defina respecto a su derecho a plantar.
Todo comenzó en septiembre de 2018 cuando las madres agrupadas Mamás Cannabis Medicinal (Macame), se presentaron ante la Justicia Federal de la ciudad de Santa Fe para pedir un amparo que evite allanamientos en su contra. En mayo de 2019, el recurso de amparo fue rechazado.
Macame es un grupo de madres de Santa fe que pide que la Justicia les permita cultivar sin riesgo a ser allanadas y busca una definición de la corte suprema.
Las madres apelaron y el caso pasó a manos de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario. La semana pasada, la Cámara también rechazó el pedido de Macame.
Doble rechazo
Macame reúne a 13 mujeres con niños y niñas que padecen distintas patologías, desde la epilepsia refractaria hasta el autismo.
“Esto fue un golpe que nos dieron nuevamente; otro más que nos da el Estado y el sistema, pero nosotras vamos a seguir plantando por nuestros hijos”, nos cuenta Laura Acosta, la presidenta de Macame.
¿Por qué el rechazo al amparo? Las razón que dieron tanto la justicia federal santafesina como la Cámara rosarina es similar: el Poder Judicial no puede entrometerse en asuntos del Poder Legislativo. Es decir, si no se cambia la ley que prohibe el cultivo los magistrados no pueden permitirlo.
La Justicia santefesina negó por segunda vez el amparo argumentando que sería entrometerse en cuestiones legislativas. Sin embargo, la ley de Cannabis medicinal existe y el Ministerio de Salud nacional estaría a punto de reglamentar el autocultivo.
Es una gran discusión legal. Entre otras cosas porque la Ley de Cannabis Medicinal ya sancionada, preveé en su reglamentación permitir el autocultivo. Una definición que sigue en manos del Ministerio de Salud de la Nación.
Por otra parte, las madres de Macame saben que en otras provincias la Justicia falló a favor del autocultivo. “La decisión desilusionó porque hay otros casos donde la Justicia falló positivamente”, Alonso se refiere a las familias de Salta y Río Negro.
“Para nosotras es necesario el autocultivo porque tenemos hijos que tienen otras patologías, como autismo o trastornos neurológicos, que no están contemplados en la Ley Nacional de Cannabis Medicinal”, cuenta Acosta poniendo sobre la mesa otros de los problemas reglametarios que le toca definir al Ministerio de Salud nacional: ampliar el listado de patologías contemplado en la ley.
Pandemia y más allá
Por otro lado, el contexto de la pandemia del coronavirus complicó el acceso a la medicina. “En un momento no conseguíamos alcohol tridestilado de cereal para hacer el preparado. Pudimos obtenerlo, pero todo se hace más dificil”, asegura Acosta.
Además la pandemia complicó la situación de usuarias y usuarios medicinales. Especialmente se dificultó el acceso al alcohol que se necesita para hacer las extracciones.
Buscando que la Corte Suprema se pronuncie sobre su caso, Acosta afirma que van a seguir en la lucha por sus derechos y por un cambio de ley que contemple a cultivadores y usuarios de cannabis. “Ahora tenemos encima la mirada de la Justicia y es una situación que alarma”, agrega Acosta.
De esta manera podría convertirse en el segundo caso de este tipo de la provincia que llegue al máximo tribunal de la nación. Un grupo de madres rosarinas, miembros de la organización “Madres que se Plantan”, ya se encuentra en espera de la decisión de la Corte Suprema de Justicia a favor o en contra de su derecho a cultivar.