Los coffee shop holandeses son un símbolo de la cultura cannábica. Nacidos en los años 70, se transformaron en un espacio donde las personas que buscaban cannabis y hachís pudieran conseguirlo y consumirlo sin ser hostigados por la policía o recurriendo al mercado negro.
Los coffe han atravesado una larga historia y muchos debates. Sin embargo, lograron mantenerse funcionando con una gris eterno: los locales son legales, pero el cultivo de cannabis está penado en Holanda. Es lo que se conoce como “el problema de la puerta trasera”.
Los coffee shops lograron mantenerse funcionando con una gris legal: los locales para comprar y consumir cannabis están habilitados formalmente, pero el cultivo de la planta está penado en Holanda.
Para resolver esto de una vez y regular el cultivo de la planta, el gobierno holandés anunció la puesta en práctica de un programa para legalizar el abastecimiento de cannabis para los coffee shops.
Holanda se planta
El programa permitirá a compañías privadas producir cannabis que será vendido en los coffee shops de 10 municipios, ya seleccionados durante la primera etapa.
Según el anuncio, el 1 de julio de este año comenzarán las inscripciones, cuyo requerimiento principal es la capacidad de producir anualmente seis toneladas de flores de cannabis y diez variedades diferentes de marihuana o hachis.
El gobierno holandés anunció que un programa para empresas privadas que puedan producir hasta 6 toneladas de flores al año. El autocultivo seguiría fuera de la ley.
Además se requieren estrictas condiciones de seguridad y el desarrollo de un plan de negocios con proyecciones de cifras e inversiones.
Las inscripciones cierran el 28 de julio y el proceso de selección durará unos seis meses. La extensión del programa será de 4 años y la supervisión del proceso de cultivo y abastecimiento estará a cargo de las autoridades municipales que recibirán fondos adicionales del Estado.
El fin del programa es evaluar el impacto del mercado negro de cannabis en la seguridad de los municipios alcanzados por la nueva regulación y eventualmente generar un modelo de legislación nacional.
Respecto al autocultivo, por ahora las leyes seguirían manteniéndose como están y el derecho a plantar en la propia casa seguiría sin ser reconocido.