Cuando comenzamos a investigar el fenómeno del cannabis medicinal, nos fuimos topando con evidencias científicas contundentes y nunca dejamos de sorprendernos de sus enormes posibilidades terapéuticas. Pero el encuentro más iluminador siempre fue y es con las personas que establecen una relación con la planta para transitar con bienestar enfermedades muy duras.
En ese recorrido, a comienzos de 2016 conocimos a Carlos Aisaguer. En su casa y en su pueblo, General La Madrid, todos lo llamaban Ñato. Él fue, además de un usuario medicinal, un hombre comprometido con el derecho a la salud de los otros.
Cada vez que pudo, el Ñato dio su testimonio en el debate a favor de la regulación del cannabis medicinal, superando todos los prejuicios, poniendo su historia y su cuerpo como evidencia de cuán reales son las beneficios terapeúticos de la planta y cuán injusta es su prohibición.
En marzo de 2016, se plantó en la tapa de THC junto su familia, sus amigos y las autoridades de General La Madrid para anunciar que esa localidad bonaerense estaba lista para avanzar en el primer cultivo público de cannabis medicinal y para dejar en claro que la voluntad de muchos es construir una sociedad mejor.
En estos días se cumple un mes de su partida. Desde THC lo recordamos con cariño y agradecimiento por habernos recibido en su casa junto a sus seres queridos, por formar parte de una lucha en la que el respeto y el afecto por los otros es lo que nos mantiene unidos.
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Foto: El Ñato con Patricia, su esposa (por Dolores Ripoll, Diario El Día de La Plata).