Los diputados votaron de forma unánime la resolución que exige la reglamentación urgente de la Ley de Cannabis Medicinal. Días atrás, la diputada Carolina Gaillard (FpV), presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, había presentado el proyecto y había sido acompañada por legisladores de diferentes espacios políticos.
La Ley de Cannabis Medicinal sigue sin reglamentarse y todos los plazos legales para hacerlo están vencidos. Sin reglamentación, la ley sancionada por unanimidad en marzo pasado, no puede aplicarse y las personas que veían en ella un comienzo de solución a sus necesidades no tienen herramientas para hacer efectivos sus derechos.
La semana anterior, el Jefe de Gabinete, Marcos Peña, había asegurado ante los senadores que el Poder Ejecutivo había redactado una “buena reglamentación” y que en paralelo se había dado la orden al Ministerio de Salud para que comenzara a importar aceite de cannabis del exterior. Peña no hizo ninguna mención a los tiempos de implementación ni tampoco si la ley contemplará el autocultivo personal, el colectivo y el solidario, tal como lo reclaman las agrupaciones de usuarios medicinales y los organismos de Derechos Humanos ante el riesgo de que miles de usuarios medicinales sean nuevamente condenados a la ilegalidad.
El pedido al gobierno es contundente. De hecho, los propios legisladores del oficialismo votaron todos a mano alzada para que la exigencia tome carácter formal. El documento subraya que la falta de reglamentación “vulnera el derecho de los usuarios, usuarias y sus familias a ejercer plenamente el derecho a la salud dado que a partir de la sanción de la Ley se deben garantizar el acceso gratuito al aceite y a otros derivados de cannabis como también crear el registro voluntario de pacientes y familiares para autorizarlos y darles un respaldo”, lo que les permitiría no ser perseguidos por la tenencia y el cultivo de cannabis.