El Festival Internacional Cinecannábico del Río de la Plata surgió como un lugar de
encuentro para las personas que forman parte del mundo del cannabis y para terminar
con la desinformación que gira entorno a la planta.
A principios de 2019, durante unas vacaciones, Alejo Araujo (coordinador general) y Malena Bystrowicz (programadora del evento) fantasearon con la idea de unir el cine y la marihuana. En diciembre, el proyecto se concretó en Uruguay.
El resultado hizo que los organizadores planificaran una segunda edición en Montevideo en noviembre. A Argentina llegará en febrero del año que viene, con entrada libre y gratuita.
EL FESTIVAL DE CINE CANNÁBICO TENDRÁ SU SEGUNDA EDICIÓN EN MONTEVIDEO EN NOVIEMBRE
Cultura rioplatense y activismo
El año pasado Araujo comenzó a militar por la defensa del cannabis en la Ong RESET, organización que trabaja por reformas en las políticas de drogas. “Mi aporte al cannabis es desde la cultura, ya que realizo los videos de la ONG”, explica.
Y agrega: “Lo audiovisual es una herramienta de comunicación tremenda, muy sensibilizadora, y permite explicar cosas complejas”.
La primera edición en Buenos Aires sería en abril pasado, pero por la pandemia se
aplazó a octubre y ahora pasó definitivamente a febrero 2021.
“Se nos cruzó por la cabeza hacerlo en modalidad autocine, pero es muy costoso. Puede que sea un mix entre presencial y virtual”, sostiene Araujo.
Este noviembre, harán la segunda edición en Montevideo. Las funciones serán en dos salas de cine, durante dos días, con una capacidad reducida de 200 espectadores en cada uno. En el país charrúa trabaja para el evento el coordinador Víctor Burgos y la productora general Cecilia Estaon.
EL FESTIVAL LLEGARÁ A ARGENTINA EN FEBRERO DEL 2021. IBA A REALIZARSE EN ABRIL PERO DEBIÓ POSPONERSE POR LA PANDEMIA
“Estaba bueno hacerlo en Uruguay porque el cannabis está regulado y porque no había
ningún festival de cine”, dice el cineasta. Pensaron en nombrar al festival como del Rio
de la Plata como si fuera una sola cultura en dos ciudades: Buenos aires y Montevideo.
En Argentina cuentan con el apoyo de las embajadas de Francia y Canadá, que los
ayudan a pagar los derechos de exhibición de las películas. Además, se financian con
marcas patrocinadoras y donaciones desde $100 gracias a la “compra” de un café.
El Festival por dentro
Por ahora el Festival no es competitivo, aunque apuntan a que si lo hace en un futuro. Ya llegarán los momentos de los premios al cine cannábico
Por ahora siguen trabajando en fortalecerlo. Durante todo el año buscan películas para proyectar en el evento y meses previos a lanzar la convocatoria pública en redes, buscan films en festivales.
“Para esta edición se anotaron mas de 50 películas y vamos a seleccionar unas 18 para Uruguay y alrededor de 20 para Argentina”, explica Araujo. Al seleccionar films tienen en cuenta que haya paridad de género en los directores y que sean buenas producciones.
El festival cuenta con películas de Francia, Uruguay, Argentina, España (el film se
filmó en Chile), Italia, Estados Unidos y Canadá, mientras intentan conseguir el dinero
para sumar una película mexicana.
Las películas se dividen en tres secciones: activismo cannábico (documentales sobre
experiencias de regulación en distintos países, el cáñamo industrial en Estados Unidos y
los clubes cannábicos de España,), cannabis y salud (muestran el activismo en la lucha
del cannabis legal) y ficciones cannábicas (hay desde comedias delirantes hasta
dramas).
Las películas de siete países se dividen en tres secciones: activismo cannábico, cannabis y salud y ficciones cannábicas
Los films sobre “cannabis y salud” los proyectarán (si el coronavirus lo permite) en el
patio de la ONG Cogollos del Oeste, porque quieren armar debates en torno a esas
películas.
“En general, el cannabis en el cine siempre se vio en comedias como Pineapple
Express”, reflexiona Araujo, aunque aclara qué sucede ahora. “Se dio un salto cualitativo en cómo se habla de la marihuana, sobre todo se nota mucho en las ficciones”.
En la actualidad Araujo considera que “la planta se suma en las pelis como algo cotidiano, pero al mismo importante como la peli de los Coen que muestran a un tipo armándose un porro, eso normaliza el concepto del cannabis”.
“Se dio un salto
cualitativo en cómo se habla de la marihuana, se nota mucho en las
ficciones”, CUENTA Alejo Araujo, COORDINADOR GENERAL DEL FESTIVAL
Como explica Araujo, el vínculo del cannabis y la industria cinematográfica cambió: “El cine no es ajeno a la sociedad y la sociedad en los último 15 años también trató de forma más adulta al cannabis. Esa curva se refleja en la pantalla”.
Informe: Mara Resio