A pesar de la prohibición, la industria cannábica argentina crece cada vez más. Los factores son múltiples: más personas que hacen un uso medicinal de la planta y más que ya no sienten temor de reconocerse como usuarios y usuarias.
A esto hay que sumarle la pandemia, que hizo que cada vez más gente decida iniciarse en el cultivo para evitar depender de las fluctiaciones e incertezas del mercado ilegal.
El aumento de hasta un 400 % en las ventas de los growshop es un ejemplo de que ocurre algo grande.
Una cámara cannábica
Hace unos meses que un grupo de emprendedores se unieron para crear la Cámara Argentina del Cannabis (ArgenCann).
Uno de sus objetivos es trabajar juntos para crear redes y, al mismo tiempo, mostrar que una regulación integral del cannabis significaría también una alternativa económica en tiempos de crisis.
“Empezamos siendo cinco y ya somos 50”, cuenta Pablo Fazio, Presidente de ArgenCann sobre el grupo que cuenta con su personería jurídica y tiene “el interés de poner en marcha un proyecto económico en Argentina”.
Pablo Fazio, presidente de la Cámara Argentina del Cannabis asegura que la clave está en lograr una “ley pionera” que le permita a Argentina aprovechar toda su potencia productiva
“Hay una agenda de desarrollo económico en la que el cannabis no estaba puesto en valor. La única forma hacerla real institucionalmente es con una representación empresaria que lleve la propuesta”, dice Fazio. Para ello, la cámara empresarial ya tuvo reuniones con funcionarios de los ministerios de Desarrollo Productivo y Agroindustria.
“Hay empresas trabajando en luces, carpas, los growshop, nutrición”, detalla Fazio. “Lo más tangible hoy para desarrollar una gran industria es la biotecnología”, dice analizando lo que ocurre en el continente. Por eso asegura que la clave está en lograr una “ley pionera” que le permita a Argentina aprovechar toda su potencia productiva.
Lo público y lo privado
Sebastián Tedesco es diseñador industrial e investigador de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Además, es el dueño y fundador de la empresa de biotecnología Pampa Hemp, que es parte fundadora de ArgenCann.
“Hay un potencial increíble, somos un país agroexportador. Tenemos estructura para cualquier especie vegetal”, asegura Tedesco.
“Hay un potencial increíble, somos un país agroexportador. Tenemos estructura para cualquier especie vegetal”, asegura Sebastián Tedesco diseñador industrial e investigador de Untref
Tedesco lidera el único proyecto público-privado del país. Pampa Hemp ya tiene acuerdos con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para realizar cultivos experimentales en la localidad bonaerense de Pergamino.
“Estamos en la etapa de formulación para el proyecto definitivo y que debe aprobar el directorio del INTA a nivel nacional”, cuenta .
“Somos una empresa creada para este fin, orientada a investigar cómo podemos generar un modelo productivo local y de calidad farmacéutica”, agrega Tedesco respecto a la posibilidad de producir aceite de cannabis a gran escala.
Que sea nacional
“Van a venir los tiburones, quienes tuercen el negocio para su lado y queda afuera el autocultivo”. La persona que habla es Federico Budasof, fundador y dueño de Lion Rolling Circus, el principal productor de latinoamérica de papel para fumar.
Budasof es una de las personas que más sabe del negocio cannábico internacional. Hace 25 años comenzó su negocio en los quioscos y llegó a tener un stand propio en grandes exposiciones, como Spannabis y Expo Cannabis Argentina.
“Se tiene que regular la venta de semillas y cannabis y los grows tienen que tener su lugar, después de tantos años lucharla”, asegura Federico Budasof de Lion Rolling Circus
“Hoy estamos afuera de esos personajes que dominan el mundo, pero en un minuto los tenés sentado en una mesa”, asegura Budasof. “La Cámara tiene que estar preparada para hablar con ellos y sumarlos, pero también para que no te pisen”, concluye un emprendedor que se siente parte de la cultura cannábica.
“Estoy convencido que se tiene que regular la venta de semillas y cannabis”, sostiene Budasof, que además está al frente de la distribuidora Cabra. “En ese escenario los grows tienen que tener su lugar, después de tantos años que la vienen luchando”, dice Budasof, “quién mejor que ellos para ser parte de un sistema legal”.