El día viernes, agentes de la Policia de la Ciudad detuvieron a un estudiante del Mariano Acosta en la esquina de Urquiza y Moreno. Fue a la salida del turno mañana. Lo que motivó la detención fue que el estudiante estaba armando un cigarrillo. Eso alcanzó para tirarlo al piso y requisarlo. En la mochila le encontraron un picador con cannabis para consumo personal, lo que bastó para que la policía insistiera en llevarse al menor.
Alumnos, padres y directivos de la escuela lo evitaron.
“Actuamos porque se lo querían llevar pese a que la madre aún no había llegado al lugar, así que terminamos en un forcejeo con la policía y logramos resguardarlo dentro de la escuela”, cuenta a THC Agustín Prieto, presidente del Centro de Estudiantes Secundarios Mariano Acosta (CESMA). “Fue una situación muy violenta”, detalla Agustín, “cuando ya estábamos llevándolo los policías se reían, nos decían que esto pasaba porque somos todos unos zurdos y nos amenzaron con volver y entrar al Mariano Acosta”, algo prohibido abiertamente por la ley.
La tensión entre la policía de la ciudad y los estudiantes del Mariano Acosta tiene algunos antecedentes. El más conocido se hizo público meses atrás, cuando varios uniformados entraron armados al Colegio para demandar información por una clase pública realizada por el Centro de Estudiantes.
La situación se enmarca en un contexto en el que las criminalización de los usuarios parece no parar de aumentar. Según informó la Fiscalía Federal N. 6, a cargo del fiscal Federico Delgado, sólo en esa dependencia el 67% del total de las detenciones por infracción a la ley de drogas es de usuarios por tenencia para consumo personal.
Otra de las consecuencias de las políticas prohibicionistas surge de las estadísticas oficiales. De acuerdo al último informe del Observatorio de Drogas de la Sedronar sobre “Consumo de sustancias psicoactivas”, el uso de sustancias prohibidas se ha incrementado, confirmando una tendencia de aumento que se observa desde las primera encuestas de la Sedronar en 2004 y que ocurre de manera más dramática en los países donde no existen políticas tendientes a la descriminalización. Por ejemplo, el 7,8% de los encuestados entre 12 y 17 años aseguró haber consumido marihuana alguna vez en el último año, mientras que en 2010 esa cifra fue de 3,5%.
Respecto a una oferta oficial para abordar el tema, Agustín es categórico: “No hay ningún programa estatal que cubra la necesidad de los estudiantes de tener información sobre sustancias psicoactivas, todas las charlas y talleres sobre consumos problemáticos son encaradas por voluntad de los directivos del colegio y del Centro de Estudiantes”.
En el intento de detención participaron 10 agentes de la policía de la Ciudad y 3 patrulleros de la Comisaría 8va. La causa contra el estudiante, de momento, no avanzaría.
Foto: Unión de Estudiantes Secundarios CABA